Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Los contadores públicos Claudio Díaz, Mary Vera y Andrea Barrera entregan su punto de vista sobre la pertinencia de haber recomendado una adopción voluntaria del Estándar para Pymes en Colombia, considerando el balance costo-beneficio que trae esta implementación para pequeñas y medianas empresas.
Con la entrada en vigor en Colombia de las Normas Contables Internacionales, el Consejo Técnico de la Contaduría Pública emitió con fecha del 22 de junio de 2011 el documento Direccionamiento estratégico, cuyo objetivo era que todas las entidades privadas de nuestro país aplicaran de manera diferencial la contabilidad internacional. En pro de ese propósito definió tres grupos de convergencia en el DUR 2420 de 2015:
Claudio Díaz, socio líder de KPMG Colombia, afirma en entrevista con Actualícese que si bien los marcos contables de las pymes son distintos a los de los Estándares Internacionales Plenos, “en la mayoría de los casos presentan los mismos principios contables que soportan la contabilidad internacional, que son el de devengo y empresa en marcha, y tienen las mismas características cualitativas que aplicar”.
Según Díaz, a pesar de existir diferencias sustanciales entre los marcos normativos (en reconocimiento, medición y presentación), la posición financiera que arrojan estas contabilidades se acerca bastante a los hechos económicos reales, por lo cual los nuevos estados financieros bajo Estándares Internacionales se han convertido en herramientas adecuadas para la toma de decisiones por parte de los dueños y/o accionistas de las empresas que los implementen, “que a la fecha valoran el paso que ha dado el Gobierno en la internacionalización del país, y sin duda se están esforzando por comprender su aplicabilidad”, explica el integrante de KPMG Colombia.
Para Mary Vera Colina, contadora pública y docente de la Unal, y directora del grupo de estudios Interges, una gran pregunta que tendríamos que revisar, y que se ha formulado desde la academia en más de una oportunidad, es si era necesario y conveniente aprobar la aplicación obligatoria del Estándar para Pymes en Colombia, o si ha debido recomendarse una adopción voluntaria, considerando el balance costo-beneficio de esta implementación. “Sin embargo, esta recomendación no se tuvo en cuenta por los organismos reguladores nacionales”, puntualiza la contadora.
Algunas pymes, desde su punto de vista, han asumido la implementación de manera directa con su personal contable, lo cual permite darle continuidad a la aplicación y revisión de políticas y procedimientos en años posteriores. Sin embargo, no siempre se logra una implementación adecuada si el personal no posee los conocimientos necesarios para liderar el proceso.
“Las anteriores situaciones las han evidenciado en diferentes espacios de divulgación y capacitación a contadores públicos que laboran en este tipo de empresas, donde los colegas describen las experiencias en sus empresas, así como en casos de estudio actualmente en proceso de análisis”, describe Vera Colina en diálogo con Actualícese.
«Estos espacios también permiten confirmar que la capacitación sobre las características de la nueva regulación y su implementación en Pymes sigue siendo una necesidad importante en la comunidad profesional, ya que persiste el desconocimiento de aspectos básicos que faciliten su comprensión y se evite una aplicación textual de los requerimientos sin criterios necesarios de juicio profesional-disciplinar», indica la docente de la Unal.
Andrea Barrera, gerente senior de outsourcing de BDO Colombia, dice que las pequeñas y medianas empresas implementaron los Estándares Internacionales para cumplir con los requerimientos de información financiera impuestos por el Estado y sus entes de control. Sin embargo, los contadores, más allá de la obligación del reporte y de los ajustes iniciales realizados en el período de transición, aún no tienen a las Normas Internacionales de Información Financiera como una herramienta de control y toma de decisiones, del modo que se establece en el marco conceptual de los Estándares.
“El área contable debe realizar un proceso de reaprendizaje para poder darle a las normas la importancia que ameritan. Es un proceso que necesita generar las oportunidades necesarias para que la contabilidad no sea solamente un tema tributario, sino una herramienta para los usuarios de la información en la toma de decisiones, oportunidad y relevancia de información”, opina Barrera.
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