Leonardo Villar, director de Fedesarrollo, asegura en entrevista con Actualícese que se deben garantizar pensiones de un salario mínimo, con lo que se resolvería una de las principales falencias del actual sistema, como son los altos subsidios que entrega Colpensiones a pensiones relativamente altas.
En nuestro editorial Sistema multipilar: la propuesta de Fedesarrollo para modificar el sistema pensional colombiano, la entidad describe una propuesta que podría tenerse en cuenta una vez se esté discutiendo una nueva reforma pensional en el país, tema que, para muchos órganos, es de suma urgencia. Sobre esta propuesta y otros aspectos pensionales, dialogamos con Leonardo Villar Gómez, director de Fedesarrollo.
El sistema pensional actual opera en una lógica de competencia entre el régimen de prima media –RPM– y el régimen de ahorro individual –RAIS–, lo cual debe cambiar, porque la diferencia entre los requisitos y beneficios de uno y otro han generado la posibilidad obtener pensiones que no corresponden a las contribuciones hechas, y esto genera una presión fiscal insostenible.
Por otra parte, el sistema actual se caracteriza por tener una baja cobertura, un impacto regresivo sobre la distribución del ingreso y una carga fiscal significativa para el gobierno nacional. En este contexto, resulta necesario hacer ajustes a los parámetros del sistema. El cambio más importante es el de la edad de pensión, la cual se ha ajustado solo dos años en las dos últimas décadas, mientras que la expectativa de vida de la población se ha incrementado en 6 años para las mujeres y en 8 para hombres. Adicionalmente, la tasa de cotización debería pasar del 16 % al 18 %, lo cual tendría dos efectos: por un lado, se aliviaría la presión fiscal en el RPM y, por otro, mejorarían las tasas de reemplazo de los cotizantes al sistema de capitalización individual.
La rivalidad entre los dos regímenes se da por la regulación existente. Actualmente, el RPM y el RAIS buscan cubrir la misma población (trabajadores formales con ingresos superiores a un salario mínimo y altas densidades de cotización), pero la regulación genera los incentivos para cotizar en un régimen y, faltando 10 años para la edad de pensión, cambiarse e incrementar la cotización, con lo cual se puede obtener una pensión más alta que no corresponde a las cotizaciones hechas durante todo el período laboral, sino el promedio de los últimos 10 años de trabajo.
ANIF y Asofondos han sido partidarios, con algunas diferencias entre ellos, de marchitar el RPM, es decir, a Colpensiones. Fedesarrollo considera que esto no es necesario, y ha planteado la posibilidad de mantener el régimen público exclusivamente para operar lo que se ha denominado el pilar básico, que equivale a garantizar pensiones de un salario mínimo. De esta manera, se busca resolver uno de los principales problemas del sistema actual, que son los altos subsidios que entrega Colpensiones a pensiones relativamente altas.
La propuesta de Fedesarrollo se basa en el concepto de Sistema Multipilar, desarrollada por el Banco Mundial, en el cual existen varios pilares que cumplen funciones diferenciadas y complementarias. El diseño básico está compuesto por cuatro elementos: tres contributivos y uno no contributivo.
Específicamente, la propuesta sugiere que Colpensiones (Pilar 1) se encargue de recibir las cotizaciones correspondientes al primer smmlv de todos los trabajadores formales. Por su parte, el sistema de capitalización individual (Pilar 2) recogería las contribuciones de cada trabajador por encima del primer smmlv para ahorrarlas y complementar la pensión básica. Por ejemplo, un trabajador cuyo ingreso mensual sea de 4 smmlv cotizaría sobre 1 smmlv en Colpensiones y sobre los 3 smmlv restantes a las administradoras de fondos de pensiones –AFP–. De esta manera, todos los trabajadores estarían registrados en ambos regímenes, a través de una afiliación única al sistema contributivo.
La tasa de reemplazo al final de la vida laboral se obtendría de sumar la prestación básica entregada por el pilar operado por Colpensiones, más la renta vitalicia resultante del ahorro individual. Bajo este enfoque, las pensiones otorgadas en conjunto por ambos regímenes serían superiores a un salario mínimo, y crecientes a medida que los trabajadores hagan mayores contribuciones.
Ahora bien, en la medida en que se mantenga la restricción del salario mínimo para la pensión básica, necesariamente existirá un subsidio para la pensión otorgada por Colpensiones. La propuesta de Fedesarrollo es que Colpensiones otorgue un subsidio decreciente, a medida que el ahorro total de los afiliados sea mayor. De esta manera, se asegura que los subsidios se focalicen en la población de menores ingresos, y que las personas de ingresos altos no reciban por esta vía recursos del Estado. Adicionalmente, la propuesta incluye un pilar cero –no contributivo–, que estaría compuesto por el programa Colombia Mayor, y se complementaría con el esquema semicontributivo de BEPS.
Indudablemente, uno de los temas más sensibles y polémicos dentro de un gobierno es una posible reforma pensional. Adelantar este tipo de reformas requiere, en primer lugar, la voluntad política de hacerla, pero, además, la capacidad política de aprobarla. A pesar de lo impopular del asunto, la discusión abierta y sincera en torno al ajuste estructural de sistema actual resulta imperativa para corregir las falencias creadas luego de la Ley 100 de 1993.