Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Estado de flujos de efectivo según el Estándar Internacional Pleno


Estado de flujos de efectivo según el Estándar Internacional Pleno
Actualizado: 6 abril, 2016 (hace 8 años)

El estado de flujos de efectivo es uno de los informes financieros de obligatoria presentación para los preparadores de información financiera del Grupo 1. En este editorial se recuerdan los aspectos básicos a los que hace referencia el Estándar Internacional al respecto.

La Norma Internacional de Contabilidad 7, incluida en el anexo 1 del Decreto Reglamentario 2420 del 2015que compila toda la normatividad vigente sobre Normas Internacionales de Información Financiera y de Aseguramiento de la Información–, aborda los elementos a tener en cuenta para la efectiva elaboración del estado de flujos de efectivo en concordancia con las indicaciones del Estándar Internacional aplicable al Grupo 1 de la convergencia a las Normas Internacionales.

El adecuado tratamiento y organización de la información sobre los flujos de efectivo de las empresas es de suma utilidad, principalmente si se tiene en cuenta que esta suministra a los usuarios de los estados financieros las bases necesarias para poder realizar una correcta evaluación de la capacidad que tiene la entidad para generar efectivo y sus equivalentes, de la misma forma que pueden determinarse y analizarse las necesidades de la entidad frente a la utilización de dichos recursos.

No puede obviarse que a la hora de tomar decisiones los usuarios de la información, bien sean internos o externos, deben evaluar la capacidad que tiene la empresa para generar recursos equivalentes al efectivo, las fechas en las que se producen habitualmente, su frecuencia de aparición y, en muchos casos, sobre todo la certidumbre relativa de su aparición.

“A la hora de evaluar lo que se consideran equivalentes al efectivo o efectivo en sí mismo para la elaboración del estado de flujos, el derrotero central de evaluación será sin lugar a dudas la temporalidad”

Por todas estas razones, la Norma Internacional de Contabilidad 7 se vale de herramientas como la clasificación según la procedencia de los recursos en actividades de operación, de inversión o de financiación, para garantizar que la organización les suministre a sus usuarios información clara sobre los cambios históricos en el efectivo y sus equivalentes en un informe de tipo financiero.

¿Qué se considera efectivo o sus equivalentes en este estado financiero?

A la hora de evaluar lo que se consideran equivalentes al efectivo o efectivo en sí mismo para la elaboración del estado de flujos, el derrotero central de evaluación será sin lugar a dudas la temporalidad; los equivalentes al efectivo se tienen sobre todo para cumplir con compromisos de pago a corto plazo.

Por lo general, el efectivo y sus equivalentes no son empleados para propósitos de inversión o similares; sin embargo, algunas inversiones financieras podrán ser clasificadas en este grupo, siempre que se puedan convertir fácilmente en una cantidad determinada de efectivo, sin estar sujetas a un alto riesgo de cambios en su valor y por tanto puedan ser fácilmente utilizadas en intercambios de operaciones habituales de la empresa.

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En este sentido, las inversiones se podrán considerar equivalentes al efectivo cuando se encuentre próximo su vencimiento; por lo general se puede tomar como derrotero un período de tres meses o menos.

Presentación del estado de flujos de efectivo

Este informe financiero se divide en las siguientes tres categorías:

Actividades de operación: estos flujos se derivan fundamentalmente de las transacciones que constituyen la principal fuente de ingresos de actividades ordinarias y/o habituales de la entidad. Lo anterior implica que se tengan en cuenta en este ítem las operaciones y otros sucesos que se consideran a la hora de determinar las ganancias o pérdidas de la entidad. Algunos ejemplos de flujos de efectivo por actividades de operación serían los siguientes:

  • Pagos a proveedores por el suministro de bienes y servicios.
  • Cobros procedentes de las ventas de bienes y la prestación de servicios.

Actividades de inversión: incluye las operaciones que vinculen recursos destinados a producir ingresos y flujos de efectivo en el futuro; solamente cumplen con las condiciones para clasificarse como actividades de inversión los desembolsos que den lugar al reconocimiento de un activo en el estado de situación financiera. Algunos ejemplos de flujos de efectivo por actividades de inversión serían los siguientes:

  • Cobros por ventas de propiedades, planta y equipo, activos intangibles y otros activos a largo plazo.
  • Anticipos de efectivo y préstamos a terceros (distintos de las operaciones de ese tipo hechas por entidades financieras).

Actividades de financiación: en esta categoría se presentan las operaciones que generan cambios en la composición del capital aportado o los pasivos que equilibran la ecuación contable. Dicha información es muy útil para la realización de proyecciones sobre la necesidad de efectivo que requiere la entidad para cubrir compromisos con los aportantes del capital. Algunos ejemplos de flujos de efectivo por actividades de financiación serían:

  • Pagos a los propietarios por adquirir o rescatar las acciones de la entidad.
  • Cobros procedentes de la emisión de acciones u otros instrumentos de capital.

Finalmente no puede olvidarse, a la hora de preparar el estado de flujos de efectivo, que el informe no debe incluir ningún movimiento interno entre las partidas que constituyen el efectivo y sus equivalentes; esto debido a que dichos movimientos son parte de la gestión del activo de la empresa y no precisamente corresponden a actividades de financiación, operación o inversión.

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