Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Estados Unidos sanciona otra firma de auditoria multinacional – Luis Alberto Penagos M.


Muchos de nosotros recordamos los episodios del 11 de septiembre de 2001 y los hechos venideros posteriores a esa inmensa catástrofe, como no recordar que junto con la caída de las torres gemelas de Nueva York, el símbolo del corazón financiero del mundo, se vendría otra catástrofe más increíble: el derrumbamiento de la confianza, el derrumbamiento de la fe pública, la perdida de la reputación de la profesión de los “public accountants” encarnada en una de las firmas de mayor arraigo entre la sociedad Norteamericana y del mundo entero que a la postre fue ligada con el escándalo Enron y la que se llamó “ la desgracia de Arthur Andersen” , pues bien, la mencionada sociedad desapareció de la fax de la tierra como por obra y gracia del espíritu santo pero a su lado siguió y floreció su compañía partner, la Deloitte, si la misma que hoy está siendo multada por el Gobierno de los Estados Unidos por la irrisoria suma de USD$10 millones “por auditoría anti lavado negligente del banco Standard” de acuerdo a publicación que con fecha de 27 de junio de 2013 publica en su página web controlcapital.net

“El Departamento de Servicios Financieros del estado de Nueva York, la unidad de asesoría financiera de Deloitte LLP’s pagará USD$10 millones y se abstendrá durante un año de realizar nuevos negocios en Nueva York consecuencia del acuerdo convenido en el proceso de acusación relativo a su revisión de los controles anti lavado de dinero en el Standard Chartered Bank”

“La prohibición de nuevos negocios y las reformas se refieren solo al Grupo de consultoría financiera de Deloitte que está separada de la rama de auditoría”.

“En agosto, Standard Chartered fue sancionado en Nueva York con una multa de $340 millones por violar las sanciones con Irán y otros países. En diciembre recibió otra multa de $327 millones para resolver las imputaciones similares de otras agencias de EEUU”.

“Deloitte, omitió información crucial en un informe para los reguladores en su examen independiente del banco. La autoridad financiera dijo que Deloitte también violó la ley bancaria de Nueva York al suministrar a Standard informes confidenciales que afectaban la actividad sospechosa que la firma había preparado para otros bancos clientes”.

“En cierto momento, Chartered le pidió a Deloitte que borrara una recomendación que discutía cómo las transferencias electrónicas podían ser manipuladas por los bancos para evadir los controles anti lavado”.

“La multa de $10 millones es casi dos veces el importe de los honorarios que recibió la firma por su trabajo para Standard Chartered según una fuente familiarizada con esta materia”.

Análisis:

Viene a mi mente aquella hermosa cita que aprendí en los años en que estudie mi carrera de sociología en la universidad del Quindío, leyendo a Mao Tse Tumg y sus cinco tesis filosóficas; la cita textual decía: “el fracaso es madre del éxito, pero cada fracaso tiene que hacernos más listos” y yo me aferre a ella para poder salir adelante sorteando toda clase de obstáculos, cometiendo toda clase de errores, aun cometo errores, pero trato de enmendarlos rápidamente y no volver a caer sobre los mismos, la traigo a cuento porque siempre he relacionado a Arthur Andersen con Deloitte como firmas hermanas, y de ser cierto lo que paso en Enron con Arthur Andersen, tampoco lo son menos los problemas que ha tenido Deloitte , para la muestra, basten solo unos botones como estos: Uno de los mayores escándalos financieros de la madre patria; el más importante, el caso Bankia; El Tribunal Supremo ha confirmado dos multas por un importe total de 1,32 millones de euros que el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) impuso a Deloitte por los fallos en las auditorías de la agencia de valores Gescartera.

Entonces donde se quedaron los valores que nuestros padres y maestros nos inculcaron; como la ética, la honestidad, el respeto, la transparencia, etc, estoy seguro que esos mismos valores en cualquier idioma, en cualquier otro país también son inculcados con ahínco, con fervor, con mística, ahora el problema se plantea como un dilema: o son los funcionarios que se dejaron corromper a título propio y que por pertenecer a una firma es esta la que sufre la mala reputación y paga las consecuencias? O será que la tan cacareada Due diligence de Know Your Customer (la debida diligencia de conozca a su cliente) en estas reputadas firmas les jugo una mala pasada?, pues aquí cobra vigencia otra frase que aprendí de otros dos grandes de la Historia, ustedes recuerdan lo que le dijo Reagan a Gorbachet cuando firmaron el famoso Tratado Salt II de desarme nuclear en 1986 allá en el Estrecho de Gibaltrar, pues se las recuerdo….”confía…confía….. Pero verifica” nos está ocurriendo a todos los auditores y a todas las entidades encargadas de ejercer el control y la regulación, el exceso de confianza nos está matando, por eso se dan casos como el de los Nule, el de Interbolsa, las pirámides, el desfalco a la DIAN, solo por nombrar los más recientes, etc, etc, donde la pregunta pertinente será siempre la misma:? Y donde estaban los auditores?, los Revisores Fiscales, los Contralores? Los organismos estatales de control y vigilancia?, los reguladores, el autocontrol?

De nada ha servido tampoco dizque las fuertes leyes que los Estados Unidos emitieron después de la debacle de Enron como la Ley Sarbanes-Oxley (2002) la cual pretendió:

Aumentar las penas por delitos societarios;
Aumentar los requerimientos de desglose de información para informes periódicos;
Aumentar la autoridad y responsabilidad de los comités de auditoría:

  • Crear un nuevo PCAOB (Comité de supervisión contable de empresas cotizadas);
  • Definir estándares de responsabilidad profesional para los abogados;
  • Limitar el alcance de los servicios que los auditores pueden prestar a sus clientes;
  • Acelerar el desglose de las actividades de información privilegiada; y
  • Eliminar los préstamos a directivos y administradores
  • Separación de los servicios de auditoría y consultoría;
  • Selección del auditor por un comité completamente independiente de la dirección;
  • Mayor atención a los intereses de accionistas y acreedores;
  • Supervisión gubernamental sobre la presentación y la auditoría de estados financieros individuales y consolidados;
  • Control externo e independiente sobre la calidad de la auditoría;
  • Necesidad de una auditoría de fraude y error (no simplemente de si se cumplen los principios generales de contabilidad);
  • Acreditaciones separadas para los auditores que auditan empresas cotizadas.

Ahora bien, nos enfrentamos actualmente en nuestro país a la adopción de la contabilización del “valor razonable” de los hechos económicos (por el FASB y la IASB) pero insisto, si con el sistema societario que ha prevalecido en nuestro país y las “malas prácticas contables” han ocurrido los desastres financieros que todos conocemos, creo oportuno comentar en este artículo que bajo el manto de ese sistema precisamente fue una de las principales razones de las falsedades en Enron y otros desastres financieros.

Mejor dicho, que Dios nos coja confesados, porque si nuestra auditoria no evoluciona y seguimos esperando resultados a la luz de los principios contables y las normas de auditoria, lo que nos espera es mucho trabajo para atajar a esa horda de delincuentes de cuello blanco, criminales de cuello blanco, que estarán al acecho esperando su tal “valor razonable”

Autor:

Luis Alberto Penagos M.
Consultor Internacional
Auditing Investigative Forensis
Miembro ACAMS, ALIFC

ACAMS, Asociación de Especialistas Certificados en Antilavado de Dinero.
ALIFC, Asociación Latinoamericana de Investigadores de Fraude y Crímenes Financieros.

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