Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
* Foto tomada de dinero.com
Gerardo Hernández afirma que con la transición a los nuevos estándares contables se replanteó la forma de entender la revelación de información financiera al mercado, pasando de una visión legal y tributaria a una de racionalidad económica según la naturaleza, complejidad y tamaño de las entidades.
Gerardo Hernández, codirector del Banco de la República y exsuperintendente financiero, afirma que el mercado financiero local debe hacerle frente a los impactos positivos o negativos de lo que sucede en el entorno internacional y competir en los mercados globales en busca de mejores alternativas y retornos.
«La adopción de los Estándares Internacionales por parte de todas las compañías vigiladas por la Superintendencia Financiera y los emisores de valores, hace que la información sea comparable y equivalente con la de los demás emisores y conglomerados financieros del mundo», asegura Hernández.
Como complemento de lo anterior, Hernández expone que desde el inicio del año anterior esta información viene siendo auditada bajo nuevos estándares de aseguramiento.
Desde su punto de vista, la nueva información financiera facilita la entrada a los mercados internacionales que solo admiten a las empresas que cumplan estos estándares.
«La revelación de información homogénea y auditada bajo principios internacionales reconocidos consolida la confianza de los inversionistas, acreedores y usuarios del sistema financiero y en su conjunto del mercado de valores, puesto que mejora ostensiblemente el proceso de toma de decisiones», explica Hernández.
El exsuperintendente financiero explica que el proceso de transición a los nuevos estándares contables hizo que se replanteara la forma en la que se concibe la revelación de información financiera al mercado, pasando de una visión exclusivamente legal y tributaria a una de racionalidad económica según la naturaleza, complejidad y tamaño de las entidades.
Algunos de los cambios que se aprecian es que los Estándares Internacionales se fundamentan en principios y su aplicación depende de las políticas y lineamientos adoptados por cada organización. Ya no existe un plan único de cuentas con instrucciones precisas sobre cómo reconocer, medir y revelar un elemento de los estados financieros.
Los nuevos Estándares permiten que una misma operación pueda tratarse válidamente de diversas formas, según el modelo de negocio decidido por cada entidad. Por supuesto, estas decisiones deben fundamentarse técnicamente, razón por la cual se debe analizar la información incluida en las notas a los estados financieros.
«Otra de las características que se presentan bajo Normas Internacionales es que las decisiones de políticas institucionales ya no son un tema que compete únicamente al área contable, financiera o tecnológica de la entidad, sino que hay prioridad a la realidad económica del negocio. Se necesita entonces involucrar a toda la estructura de la organización, especialmente a los miembros de juntas directivas y representantes legales», explica Hernández.
Sumado a la aplicación de estos Estándares Internacionales, las empresas deberán analizar indicadores financieros para el seguimiento del desempeño de las empresas.
«La información no es comparable entre el estándar colombiano vigente hasta 2014 y los Estándares Internacionales. Tampoco se puede comparar la información directamente bajo Normas Internacional sin tener en cuenta la desagregación en las notas a los estados financieros», asegura Hernández.
El codirector del Banco de la República recalca que con la aplicación de los nuevos marcos contables y de aseguramiento se requieren nuevas competencias por parte de los profesionales de la contaduría. Por otra parte, expresa que el principal reto para la industria financiera está en consolidar el proceso iniciado y aprovechar las ventajas que trae una mejor revelación financiera. «No hay que olvidar que hacemos parte de un entorno global en donde la información es fundamental para lograr una mayor competitividad», concluye.
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