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«Estructura tributaria tiene impuestos difíciles de manejar que generan costos de cumplimiento”


«Estructura tributaria tiene impuestos difíciles de manejar que generan costos de cumplimiento”
Actualizado: 21 diciembre, 2016 (hace 7 años)

Ricardo Bonilla, exsecretario de Hacienda de Bogotá, afirma que la estructura tributaria nacional está compuesta de muchos impuestos pequeños generadores de una gran carga administrativa, los cuales no generan recursos y podrían ser simplificados o reducidos.

Desde el punto de vista de Ricardo Bonilla, miembro de la Comisión de Expertos que evaluó los diversos cambios necesarios para los impuestos nacionales, la estructura tributaria colombiana tiene, al menos, cinco problemas.

El analista indica que: «Primero, el país se acostumbró a financiar la estructura del Estado con impuestos y excedentes de hidrocarburos. Eso puede hacerlo un país que tenga suficientes reservas de hidrocarburos. Un país que no lo puede hacer tiene que pensar en que la forma de financiar el Estado son los impuestos».

Para Bonilla, el segundo problema consiste en que la estructura tributaria está compuesta de muchos impuestos pequeños, o «impuesticos», lo que da lugar a una cadena muy grande de carga administrativa, pues algunos no generan muchos recursos y podrían simplificarse o reducirse: «El objetivo de la reforma estructural es concentrarse en los impuestos más importantes eliminando impuesticos. Eso es más cierto en el caso territorial».

Así mismo, el experto aseveró que: «El tercer problema de la estructura es que está fuertemente erosionada por muchos beneficios desde los más conocidos, que son los de la seguridad jurídica, hasta los que siempre pasan inadvertidos, pero todo el mundo busca un beneficio, y cuando se aprueba algo en el Congreso siempre hay un lobby por algún beneficio. Si se quiere una estructura más técnica y eficiente tiene que eliminar esos beneficios y dejar uno general, casi único».

El cuarto problema es que la estructura tributaria nacional se caracteriza por su dispersión tarifaria; esta ocasiona que varios impuestos sean difíciles de manejar y generen grandes costos de cumplimiento. Esta situación ocurre, particularmente, en los impuestos territoriales, sobre todo ICA y predial.

En este sentido, Bonilla advierte que: «Muy complicado en el caso de vehículos por el tema de la base gravable. Y en los impuestos nacionales la discusión es qué tipo de tarifas y cuántas debe haber en IVA y cómo maneja usted el tema de los productos que deben quedar exentos o con tarifa cero».

El último problema reside en que se presentan elevados índices de evasión y elusión. Para Bonilla, en este caso es preciso preguntarse en dónde se generan: «Siempre hemos dicho que sólo declaran de cierto nivel para arriba y lo demás lo dejamos así, lo que significa que muchas empresas pagan o afirman pagarles a personas que nunca se sabe si es cierto, porque éstas no están obligadas a declarar». Así mismo, el experto señaló: «De igual manera, muchas empresas no se sabe qué son, eso particularmente es cierto con las entidades sin ánimo de lucro, por tal razón hay que hacer precisa y plena identificación de quiénes son esas empresas».

Por otra parte, todavía estamos lejos de reducir el manejo del efectivo en el país, aunque se han planteado alternativas para llevar a cabo ese tipo de control y la DIAN aprobó la factura electrónica.

Para finalizar, según Bonilla, si bien estamos frente a una estructura de ingresos financiada de manera correcta por el Estado, dicha situación no significa que este pueda pedir recursos de forma indefinida, sino que sería prudente ajustar los gastos.

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