Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Ética para contadores – Otto González Alonso


“Conoceréis la verdad y la  verdad os hará libres”
Juan 8-32

Por invitación del colega José Hernando Zuluaga M., CEO de Actualícese, intentaré proponer en esta columna, dirigida en especial a  los contadores públicos, reflexiones sobre un plan de vida que, contrario a los llamados códigos de ética profesional, que son extensos, complejos y “kafkianos”, les permita de forma sencilla integrarlos a su diario discurrir, mejorando sus hábitos, su carácter, y su escala de valores. Este cambio dará sustento a un ejercicio profesional anclado con firmeza en la verdad, la libertad y, por ende, a una sólida independencia mental. No obstante,  en ocasiones, reflexionaremos sobre dichos códigos que, como ha ocurrido históricamente, son impuestos por exigencias legales de un Estado que no ha hecho otra cosa que imponer obligaciones a nuestro ejercicio profesional y ha olvidado, de manera premeditada y permanente, respetar los derechos  de los profesionales y dotarlos de recursos cuando menos equivalentes a las cargas impuestas. Habría que mencionar, además, el grave estado de postración en el que se ha desarrollado nuestra profesión ante la mirada siempre indolente de quienes la integramos.

Esta columna pretende ser un oasis de anécdotas y vivencias de alguien que trata de actuar bajo valores judeo-cristianos y, por lo tanto, respeta a quienes han optado por otros valores y caminos para sustentar su propio proyecto de vida. A ellos en especial irán dirigidos estos sencillos mensajes que, con seguridad, en algo han de ser útiles para su existencia, pues son escritos con el amor, entrega y humildad de un cariñoso abuelo que desde su juventud se dedicó a formar seres humanos integrales en las áreas contables, económicas, financieras y administrativas,  convencido que el mundo nunca dejará de necesitarlos, para que en un trabajo intra e inter disciplinar, puedan: “Convertir la contabilidad en un sistema de control que propenda por la preservación y desarrollo de la riqueza humana”, como lo proponen miembros de la Universidad Nacional. Ante este objetivo, mi propio abuelo diría: “Nada más pero tampoco nada menos”.

En lo que respecta al proyecto de vida personal, entenderemos la moral como el conjunto de reglas que fija un determinado grupo social para facilitar la convivencia de sus miembros y la ética como los valores que sustentan  el proyecto de vida de cada individuo en particular. Así las cosas, la primera puede imponerse, la segunda debe respetar la libertad del ser para fijarse su destino. ! Se trata nada menos que de su vida! Esta misma reserva debe observarse cuando abordamos el tema desde la academia y pretendemos fijar normas de carácter general y, peor aún, universal, como si se tratara de temas técnicos, tecnológicos o científicos que muchas veces pueden aplicarse de forma independiente al contexto en que se viva. Ya en 1970, muchos contadores decíamos: “uno es lo universal de lo técnico y científico y otro lo jurisdiccional de lo ético y lo moral”

Vendrán, si Dios lo permite y en esta columna logra su bondadosa atención e interés, temas como: “Claves para alcanzar el éxito”, “No se lee, se comprende” , “Cómo formar su carácter”, “La importancia de los buenos hábitos”, “Nunca sirva de fiador ni codeudor”, “Aquí solo creemos en Dios, los demás tienen que dar resultados”, “Saber decir no y no sé”, “La fe mueve montañas”, “La oración y la meditación”, “Haga el DOFA de su vida”, “El trabajo en equipo”, “Juega donde te diga el entrenador”  y muchas más.

Abrimos nuestra primera columna con una cita bíblica y cerramos con esta más profana: “Duda de todo. Pregunta, indaga,  investiga.”

Otto González Alonso
    Es reconocido como uno de los precursores y líderes para que en Colombia se creara el Día del Contador.
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