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Las pérdidas por delitos relacionados con evasión y elusión fiscal se avaluaron en 335.000 millones de dólares al cierre del 2017 para los países de América Latina y el Caribe. La no declaración y pago de impuestos le representa a Colombia una cifra cercana a los 50 billones de pesos anuales.
El 22 de marzo de 2019, la Comisión Económica para América y el Caribe –Cepal– presentó su publicación Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe 2019, en el que entrega un informe detallado sobre la «cuenta de cobro» que por culpa de la evasión fiscal sufren las diferentes naciones de la región.
En conclusión, los datos son preocupantes, ya que, según el organismo, las pérdidas por delitos de esta índole fueron avaluadas en 335.000 millones de dólares al cierre del 2017, lo que representa el 6,3 % del PIB de esta parte del mundo.
Desde el punto de vista de la Cepal, en los países de la región ha habido un creciente reconocimiento de la importancia de abordar este problema. Varias naciones han adoptado medidas para mejorar la supervisión fiscal y reducir la evasión tributaria. «Por una parte, la mayoría de los países han adoptado la facturación electrónica, lo cual apoyará la formalización del comercio y reducirá el espacio para la evasión y elusión fiscal del IVA. Al mismo tiempo, el cruce de información proveniente de la facturación electrónica, registros administrativos y otras bases de datos ha permitido la detección de irregularidades o incoherencias en las declaraciones juradas de los contribuyentes», asegura la entidad en su publicación.
Según cifras manejadas por la Dian, la no declaración y pago de impuestos le representa 7 a los 50 billones de pesos anuales. Lo anterior quiere decir que si el Estado contara con esa suma, Colombia podría ahorrarse hasta siete reformas tributarias, teniendo en cuenta que la Ley de financiamiento fue aprobada por 7 billones de pesos.La publicación de la Cepal le recomienda al país algunos ajustes a los mecanismos implementados, para que ese tipo de delitos financieros disminuyan. Uno de ellos es el mejoramiento de la política regulatoria, que busca mitigar el golpe de la evasión.
“En la mayoría de estos países (Argentina, Chile y Colombia), la mejora del resultado se debe a recortes sustanciales del gasto primario, en particular del gasto corriente primario en Argentina (1,1 % del PIB) y Colombia (1,2 % del PIB)”, indica el informe.
De igual manera, la entidad recomienda seguir con una política de austeridad, ya que 2019 podría ser un año de convulsiones económicas.
La Cepal también hace un llamado para que Colombia continúe con la política de lograr que esas nuevas ofertas de consumo de contenidos a través de plataformas digitales ayuden a sumar al recaudo fiscal; economía digital, como lo llama la entidad.
“En la legislación sobre el IVA en los países de América Latina se suele usar, para el caso de los servicios, un híbrido entre los principios de origen y destino. Ello significa que en muchos casos el impuesto en principio no grava los servicios digitales prestados por empresas no residentes, siendo necesario crear un hecho gravado especial para lograr ese objetivo”, afirma la Cepal.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, ha dicho que para ampliar el espacio fiscal de las naciones de la región se debe reducir la evasión tributaria. “Ningún país puede hacer nada de esto solo. Es necesario el espacio multilateral regional para el análisis y la coordinación fiscal en materias como, por ejemplo, la reducción de la evasión y los flujos ilícitos, la revisión y convergencia del uso de incentivos fiscales para la inversión, y construir posiciones conjuntas orientadas a reducir asimetrías globales y ampliar el diálogo con las transnacionales”, afirmó.
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