Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Tres requisitos deben cumplir los trabajadores colombianos para ser considerados dentro de la formalidad laboral. Cabe recordar que los trabajadores informales no tienen descuentos en sus ingresos brutos para garantizar cubrimientos esenciales como salud y pensión.
Uno de los factores ligados al desarrollo económico y social de un país es el empleo formal. En la actualidad, Colombia enfrenta un gran reto en esta situación, ya que, según los más recientes indicadores de desempleo, la informalidad y el subempleo se mantienen por encima del 45%.
Para que un trabajador sea considerado formal debe cumplir al menos con tres requisitos establecidos al momento de su vinculación:
Si las anteriores características tienen lugar, se presume que estamos ante un contrato de trabajo regulado por todas las estipulaciones contractuales que trae consigo el Código Sustantivo de Trabajo.
Camilo Andrés Correa, Gerente de la Regional Occidente del Grupo Adecco en Colombia, afirma que “el Gobierno Nacional ha venido fomentando el trabajo formal, ofreciendo como beneficio a los empleadores exoneraciones en aportes de nómina gracias a la Ley 1607 de 2012, la cual trajo consigo una exoneración de los aportes que sobre la nómina se efectúan al SENA, al ICBF, y las obligaciones de Salud, todos a cargo del empleador. Este beneficio se delimitó en salarios que devenguen individualmente y sean inferiores a 10 smmlv”.
Correa también señala que “dichos beneficios económicos tienen como objetivo que las empresas ahorren y al mismo tiempo contraten formalmente a sus empleados garantizándoles cobertura y respaldo por parte del sistema”.
Aunque hoy los trabajadores informales tienen la opción de pagar sus propias coberturas, sin mayores restricciones de acceso al sistema de seguridad social, algunas entidades, como las financieras, prefieren vincular a personas que se encuentren formalizadas debido a que esto ofrece una garantía en la capacidad de pago.
Iniciativas como la Ley de Formalización y Generación de Empleo –Ley 1429 de 2010– han sido un instrumento que, pese a llevar poco tiempo implementado, ha demostrado grandes resultados que benefician a cerca de 45.000 empresas y 400.000 jóvenes menores de 28 años.
Para Correa, “estos beneficios deben ser dinámicos dependiendo del crecimiento de las plantillas de personal, con el objetivo que las pequeñas y medianas empresas logren impulsar la formalidad y generar un crecimiento económico considerable para el país”.
Debe tenerse en cuenta que los trabajadores informales no tienen descuentos en sus ingresos brutos para garantizar cubrimientos como salud y pensión. Estas personas suelen preferir el dinero inmediato y evitan el pago de una cobertura a futuro. Lo anterior podría generar a mediano plazo una crisis en seguridad social y salud incalculable.
En días pasados, el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, destacó la reducción en 1,4 puntos porcentuales de la tasa de informalidad en el empleo para el trimestre móvil mayo – julio 2016 que se ubicó en 63,2%, de acuerdo al Estudio Especial de Mercado Laboral del DANE.
Según el titular de la cartera de Hacienda, la baja de dicha tasa comparada con el mismo período en 2015 se ha logrado gracias a la eliminación de parafiscales, medida tramitada en la reforma tributaria de 2012.
“La reforma tributaria de 2012, que redujo la carga parafiscal de la nómina, ha tenido un efecto estructural en la generación de puestos formales, incluso en un trimestre de menor crecimiento económico cómo fue el segundo del año (…) esto permitió que se generen más empleos con prestaciones sociales por parte de las empresas”, concluyó Cárdenas.
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