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Factura electrónica y programas de regulación tributaria le ponen freno a la evasión y elusión fiscal


Factura electrónica y programas de regulación tributaria le ponen freno a la evasión y elusión fiscal
Actualizado: 16 abril, 2019 (hace 5 años)

La evasión y elusión tributaria continúan siendo un obstáculo cuando se trata de movilizar recursos internos en los países de la región. Las pérdidas por eludir el pago del IVA e impuesto de renta alcanzaron el 6,3 % del PIB en 2017, lo que se traduce en una cifra de 335.000 millones de dólares.

En su publicación Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe 2019, la Comisión Económica para América y el Caribe –Cepal– presentó un balance de la evasión y elusión fiscal, y flujos financieros ilícitos en la región, así como la forma en la que se vienen combatiendo para que el flagelo no acorrale las finanzas de los diversos países.

La entidad indica que tanto la evasión como la elusión tributaria continúan siendo uno de los principales obstáculos a la hora de movilizar recursos internos para financiar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en la región. «Las estimaciones más recientes de la Cepal sobre las pérdidas asociadas con el incumplimiento tributario del impuesto a la renta y el IVA alcanzaron el 6,3 % del PIB en 2017, una cifra equivalente a 335.000 millones de dólares», resalta la entidad en su informe.

Para contextualizar la anterior cifra, el total de los gastos de capital de los gobiernos centrales de América Latina alcanzó aproximadamente 115.000 millones de dólares en 2016. Desde el punto de vista de la entidad, si los países pudieran reducir una parte de este incumplimiento, «esos ingresos adicionales podrían dar un ímpetu importante para lograr los metas sociales y económicas incorporadas en los objetivos de desarrollo sostenible».

“Por una parte, la mayoría de los países han adoptado la facturación electrónica, lo cual apoyará la formalización del comercio y reducirá el espacio para la evasión y elusión fiscal del IVA”

Cepal reconoce en su informe que en los países de la región ha aumentado la importancia de abordar este problema, especialmente en un período caracterizado por la consolidación fiscal. Por tal motivo, varios países han adoptado medidas para mejorar la supervisión fiscal y reducir la evasión tributaria. Por una parte, la mayoría de los países han adoptado la facturación electrónica, lo cual apoyará la formalización del comercio y reducirá el espacio para la evasión y elusión fiscal del IVA. «Al mismo tiempo, el cruce de información proveniente de la facturación electrónica, registros administrativos y otras bases de datos ha permitido la detección de irregularidades o incoherencias en las declaraciones juradas de los contribuyentes», destaca la entidad.

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Los programas de regularización tributaria también brindan una forma de abordar el incumplimiento tributario, generando ingresos extraordinarios para incrementar los ingresos públicos o compensar una caída en ellos. En su publicación, dicha entidad presenta la forma como la mayoría de los programas en el período 2017-2019 correspondieron a amnistías generales y tuvieron como objetivo liquidar los pasivos tributarios existentes a través de la oferta de ciertos beneficios como la condonación de los pagos de intereses sobre esta deuda, multas y recargos.

Flujos financieros ilícitos

En cuanto a los flujos financieros ilícitos, las últimas estimaciones de la Cepal sobre las salidas brutas por la manipulación de precios del comercio internacional de bienes continúan mostrando una tendencia a la baja. En 2016 esos flujos alcanzaron los 85.000 millones de dólares; un valor equivalente al 1,5 % del PIB regional. «Lo anterior supone una importante reducción comparada con los máximos registrados en 2013 y 2014, cuando esas salidas alcanzaron los 100.000 millones de dólares por año», indica la entidad.

En términos absolutos, el descenso registrado entre 2013 y 2016 se explica por Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Costa Rica, que registraron una reducción combinada de aproximadamente 17.000 millones de dólares durante el período.

A nivel de producto, los principales impulsores de esta tendencia fueron las partes intermedias en las cadenas de valor globales –especialmente en Brasil, Colombia y Costa Rica–, así como una reducción en las salidas relacionadas con los recursos naturales no renovables. «Además de caer en términos absolutos, la proporción de salidas en relación con las exportaciones de esos productos y países también disminuyó durante el período, lo que sugiere que esta reducción no se debió simplemente a una caída de las exportaciones, sino también a mejoras en las normas de precios de transferencia y la administración tributaria y aduanera», resalta la Cepal.

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