Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El pasado 29 de diciembre, el presidente de los colombianos, Juan Manuel Santos expresó que el año 2012 sería el año de comenzar a implementar el TLC con los Estados Unidos. Esta semana, y haciendo eco a esas palabras, el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, dijo que se reunirá con los congresistas estadounidenses y el presidente Santos, con el fin de analizar cómo va el proceso del TLC.
«Se han hecho avances importantes en el Congreso de leyes que en el pasado se han aprobado que son necesarias para la implementación», dijo el Ministro y aseguró que están en el proceso con la Oficina Comercial en Estados Unidos de tener el listado completo y detallado de los procesos que se van a hacer. «Aspiro en febrero anunciar el cronograma completo del proceso con la Oficina Comercial», publica La República.
En el día de ayer Santos se reunió con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Boehner. La conversación se centró en evaluar la implementación del TLC y cómo este podrá ayudar a la generación de empleo en USA.
Por su parte, Boehner dijo que el objetivo de la visita era fortalecer los vínculos entre Estados Unidos y los aliados comerciales en la región, para continuar apoyando la actividad que ayudará a generar nuevos empleos en Estados Unidos. La reunión también tocó temas comeriales y de seguridad económica.
Junto a Boehner se encuentran en Colombia otros cinco representantes, como son el demócrata de Oklahoma, Dan Boren, miembro del Comité de Servicios Armados, los representantes Richard Hastings, presidente del Comité de Recursos Naturales; David Camp, presidente del Comité de Medios y Arbitrios; Grega Walden, del Comité de Energía y Comercio; y John Kline, presidente del Comité de Educación y Fuerza Laboral.
Como todo intercambio comercial, las diversas partes involucradas consideran que el TLC beneficiará al país en materia de empleo, pero han reconocido que habrán sectores que se afectarán con la entrada en vigencia de los tratados.
Por ejemplo, los microempresarios tendrán que formalizarse para recibir los beneficios del Gobierno y generar empleo o de lo contrario desaparecerán, como lo indica el presidente de Acopi, Mauricio Ramírez. Las microempresas son conscientes que deben trabajar para ser más competitivas en un país donde el 94% son microempresarios.
Otra voz que opina sobre este tema es el presidente de la CGT, Julio Roberto Gómez, quien dice que lo que hay que hacer ahora es un seguimiento para que se cumpla lo que se ha planteado desde el principio en materia de generación de empleo y garantías de la actividad sindical.
Como lo manifiesta en Caracol Radio, «nosotros consideramos que si bien es cierto los Tratados de Libre Comercio, no son todos ríos de leche y miel, hay sectores que se pueden ver afectados, por lo que le corresponde también al Gobierno ver en qué forma se va a proteger aquellos renglones de la economía que pueden resultar afectados por estos tratados de libre comercio», manifestó el dirigente sindical.
Andrés Castro, ingeniero industrial y magister en negocios internacionales, afirma que los empresarios colombianos se encuentran entre la pena y la gloria por las proyecciones que se deparan para los diferentes sectores. Aunque los TLC traen consigo ganancias para unos y pérdidas para otros, el segundo factor se da por desconocimiento del mercado en el cual se va a incursionar y la falta de preparación para salir a la batalla mercantil.
Castro recomienda a las Pymes, que son las más preocupadas por la llegada de las marcas norteamericanas, expandir sus ideas, innovar e investigar, porque la mayoría de las empresas se quedan con la información que encuentran en Internet, pero muy pocas hacen la gestión de viajar a conocer el mercado, identificar las necesidades de los consumidores para convertirlas en oportunidades y establecer los vínculos necesarios para impactar en el comercio norteamericano.
Hasta el momento Colombia y Estados Unidos solamente han puesto en marcha algunas normativas como la ley sobre servicios financieros, propiedad intelectual y derecho de marcas, servicios postales y algunos avances en términos de patentes y registro de vehículos y compras públicas.
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