Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Carolina González, contadora pública y socia de la consultora PwC resalta la falta de apoyo de la alta gerencia de las empresas en el proceso de adopción de los Estándares Internacionales, por no considerarlo relevante, lo que implica un inadecuado acompañamiento y asesoría.
Carolina González Rodríguez, contadora pública y socia de PwC explica en diálogo con Actualícese que el mayor reto que tienen las pymes frente a los Estándares Internacionales ha sido dejar de pensar que las transacciones se registran para cumplir obligaciones tributarias, y no para dar cumplimiento a los requerimientos específicos de los nuevos marcos técnicos normativos.
Uno esperaría que con el Decreto 2420 de 2015 y el 2496 del mismo año las compañías del grupo 2, que en nuestro caso son consideradas pymes, estuvieran aplicando el Estándar para Pymes de 2015. Sin embargo, todavía existen entidades que no han realizado un adecuado proceso de adopción, bien sea por desconocimiento, falta de recursos, falta de apoyo de la alta gerencia (que en algunos casos no lo consideran relevante) o por un inadecuado acompañamiento en su proceso de adopción.
De igual forma, existen algunas entidades de vigilancia y control que han impuesto sus propias normas, especialmente en los estados financieros individuales y separados, que hacen que para estos estados financieros no se haya adoptado en forma plena.
Un proceso de adopción requiere cambios que afectan a las personas, cambio en procesos y un cambio en sistemas. Los obstáculos más grandes se han presentado desde el interior de la organización por falta de apoyo de la gerencia al creer que esto solo es un tema contable o una forma de generar un reporte, y no dimensionan la magnitud de lo que puede afectar este tipo de proyectos, que de cualquier forma requiere recursos para capacitar el personal, para adecuar sus procesos y sus sistemas a las nuevas exigencias de las Normas Internacionales de Información Financiera, así como de acompañarse de un buen asesor con experiencia y conocimiento en este tipo de implementación.
El mayor reto ha sido dejar de pensar que las transacciones se registran para efectos de cumplir requerimientos tributarios y no para dar cumplimiento a los requerimientos específicos de los Estándares Internacionales.
No. Considero que las superintendencias y entidades del Gobierno han diseñado planes de capacitación y dispuesto de vías de comunicación que le permiten a los usuarios de la información plantear sus inquietudes frente a la aplicación de las normas. La tarea pasa más por promover a las pymes para que saquen provecho del buen uso de estas herramientas.
El Estándar para Pymes, aunque es más simplificado, realmente se deriva mucho del Estándar Pleno. Las diferencias son puntuales en algunas normas y en el nivel de revelación requerido por las plenas, que es mucho mayor. Desde el punto de vista profesional es mucho más beneficioso que un contador conozca el Estándar Pleno, ya que con este conocimiento adquirido se le facilita entender el Estándar de Pymes; solo le resta identificar las diferencias entre uno y otro estándar, y así se podrá defender en los dos marcos normativos.
La única forma de prepararse frente al Estándar Pleno es participando en entrenamientos que les permita conocer las exigencias de las Normas Internacionales de Información Financiera, y todo lo que implica un proceso de adopción, así como el impacto que pueden tener las compañías en sus estados financieros por la aplicación de las nuevas normas.
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