Muchas empresas han decidido tomar medidas drásticas para hacerle el quite a la crisis que viven. Mientras una despiden a muchos empleados, otras le apuestan al ahorro de tiempo, la eficiencia en sus procesos y diferentes estrategias de producción.
Primer ejemplo. Starbucks, famosa tienda de café, ha implemento estrategias de eficiencia en la producción que reduzcan el tiempo y los costes de servir un café. Scott Heydon, artífice del proyecto, cree que se pierde demasiado tiempo en el proceso y está convencido de que las técnicas de trabajo ‘just in time’ que llevaron a Toyota al número uno mundial en la producción de automóviles pueden aplicarse en sus locales. El objetivo final es reducir el tiempo de preparación para aumentar el tiempo de atención al cliente y, de paso, ahorrar unos millones de dólares.
Segundo ejemplo. La marca de automóviles Volvo ha empezado a mejorar sus resultados, gracias a que las medidas puestas en marcha están empezando a dar sus frutos. La reducción de gastos desde finales de 2008, incluido el despido del 25% de la plantilla, ha servido para que las cuentas hayan mejorado en 850 millones de dólares en el primer semestre de 2009. La reducción de costes ha traído una mejora de la eficiencia tanto en la producción como en el diseño.
Está claro entonces que la idea es producir mas con menos. Para el Contador Público y especialista en Revisoría Fiscal y Auditoría Externa Samuel Alberto Mantilla el implementar estrategias va de la mano con la ética que tiene la empresa
«Quienes tengan reservas de efectivo aprovechan para comprar a bajos precios empresas y activos en liquidación. Se aprovechan de los problemas de otros y obtienen ventajas. Quienes tienen ganas de recortar personal o salarios, aprovechan y le echan la culpa a la crisis. Quienes tienen una ética más sólida continúan trabajando en el crecimiento sostenible y refuerzan a los empleados como su activo más valioso. Otros, mientras tanto, prefieren no hablar de ‘sacar provecho’ sino de sortear la crisis y avanzar en medio de dificultades».
Y a la hora de hablar de qué hacer para que los procesos en una empresa sean más eficientes, Mantilla da tres pasos fundamentales:
«1. Análisis de los procesos (en un contexto de ciclo de vida y cadena de valor)
2. Análisis de tiempos y de costos (con un sistema ABC)
3. Eliminación de ineficiencias (tercerización, relocalización)»
Mauricio Durán, economista de la Universidad del Rosario afirma que para lograr el éxito
«Se deben conjugar factores como la innovación, la mística, el trabajo en equipo, un muy buen servicio al cliente y, por supuesto, una clara filosofía corporativa. Un punto aparte merece el salirce de los estatutos normales y romper los paradigmas».
«Una de las razones es que el entorno ha cambiado, sin embargo hay empresas que ganan esta partida y siguen siendo rentables. En momentos de crisis es donde se identifican quiénes son los buenos y malos dirigentes, ya que ellos son los llamados a hacer correctos ajustes y lograr crecimiento», dice Durán.
En tiempo de crisis, el talento de los empleados hay que conservarlo, por eso para Durpan, el realizar despidos masivos no es una solución adecuada, ya que después esto les podría pasar «una cuenta de cobro». Se pueden cerrar unidades de negocio de la empresa o sucursales para mermar un poco los gastos y riesgos.
Motivación: Los escargados del personal en cada empresa deben definir las estrategias que sean mejores para la organización. Lo importante es que los empleados estén comprometidos y se identifiquen con la visión del sitio donde trabajan.
Capacitación: Se puede destinar un tiempo determinado para la capacitación del personal. Se debe trabajar en busca de un consenso para que se genere espacios donde se adquieran conocimientos y habilidades. La idea al final es preparar a los trabajadores de manera más eficiente.
Modifique los perfiles: Haga un detallado examen de aptitudes, preparación, experiencia y habilidades de sus empleados. A lo mejor en esta búsqueda podrá ubicarlos en puestos diferentes donde producirán mucho más y serán eficientes.
Apropiada comunicación: Toda empresa debe tener una muy buena comunicación interna. No se deben presentar malos entendidos y todo el personal debe estar pendiente de las reuniones, citaciones especiales, asistencia a eventos para que se sientas comprometidos. Todo lo anterior depende del área de comunicaciones.
Evaluación de los resultados de gestión: Es bueno saber de qué manera se están desempeñando los empleados, para detectar que mejoras se pueden hacer al proceso. Es importante conocer quiénes rinden y cómo se puede optimizar el trabajo.