Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Uno de los objetivos que tiene el IAESB para los próximos dos años es que los estándares Internacionales de educación contable permitan mayor calidad y que sean una herramienta de aprendizaje durante el cambiante ambiente en el que los contadores se desenvuelven, entre otros.
Desde el punto de vista de Chris Austin, presidente del Consejo de Normas Internacionales de Educación Contable (IAESB por sus siglas en inglés) no se puede subestimar la importancia de la educación contable para la confianza en la profesión de los contadores, tanto para el sector público como para los negocios.
«En el Consejo de Normas Internacionales de Educación Contable, trabajamos para garantizar que los contadores profesionales, cuando inician su trayectoria profesional y a lo largo de esta, hayan recibido las competencias que necesitan para ser capaces de enfrentar los diversos y complejos desafíos de trabajar en la profesión contable», dijo Austin en un resumen que presentó sobre la estrategia que llevaría a cabo la entidad para el período 2017-2021.
Lo que se busca es asegurarse que dicha recepción de conocimientos se pueda aplicar. «Así, nuestras normas internacionales de educación contable se reconocen y se adaptan mundialmente», aseguró Austin. Estas normas se basan en principios y en resultados de aprendizaje. Y de esta forma centrarse en qué saben los contadores y en cómo pueden aplicar ese conocimiento más que en solamente cuánto tiempo pasan en un salón de clase o tomando un curso.
Las normas atienden todos los asuntos que la profesión aborda: asuntos técnicos, profesionales, conductuales, escepticismo profesional.
En palabras de Austin, lo que se busca con estas normas es un círculo virtuoso:
Todo lo anterior termina en una mayor confianza de la opinión pública en la profesión.
«También vamos a revisar las recientemente actualizadas Normas Internacionales de Educación, que se centran en resultados de aprendizaje y principios más que en el tiempo que se pasa en el salón de clase», recalca Austin. El IAESB busca asegurarse que dichas normas actualizadas estén produciendo el impacto deseado en la calidad de la educación contable profesional y en el aprendizaje que los contadores reciben en su certificación inicial y durante su vida profesional.
La estrategia a implementar por la entidad para los dos años que restan demuestra las cambiantes exigencias a la profesión. «Y nos mantendremos al día con los requisitos para crear esa confianza de la opinión pública en lo que es una profesión enormemente importante en el mundo», reflexiona Austin.
Para el año 2021 uno de los objetivos que tiene el IAESB es que las personas se formen un mejor concepto de los contadores públicos a nivel mundial. «Vamos a hacerlo con un innovador compromiso con una gama de partes interesadas más amplia que la que hemos tenido hasta el momento. Es así porque el desarrollo de normas es un proceso continuo que nos exige escuchar, participar en el debate público, seguir las tendencias y exigencias de la profesión contable, identificar aquellas que tengan una dimensión educativa y pensar en cómo podemos aportar lo mejor a la forma en que la gente aprende y sigue aprendiendo durante su vida profesional», expresa Austin.
Para él, lo anterior tiene lugar en lo que constituye un muy complejo y cambiante ambiente para la profesión. Tiene diferencias en el sector público y en el privado. Así como se hace esa revisión continua del desarrollo de normas, se busca ofrecer medios de apoyo para la implementación de normas que estén hechos a la medida de las necesidades de quienes aplican las normas en diferentes lugares y en diferentes etapas de su vida profesional.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
