Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Según la NIA 315, las aseveraciones “son manifestaciones de la dirección, explícitas o no, incluidas en los estados financieros y tenidas en cuenta por el auditor al considerar los distintos tipos de incorrecciones que pueden existir.”
Dentro de las definiciones y aspectos relevantes, se dice que aseverar es «asegurar y afirmar todo lo que se dice». En los estados financieros, aseveración es asegurar por parte de la administración (junta directiva, directivos, preparadores de la información financiera, contador público y revisor fiscal), todo lo expresado en ellos.
A la luz de la Ley 43 de 1990, se menciona la responsabilidad del contador frente a las aseveraciones. Por tanto, el artículo 10 de la ley en mención señala lo siguiente:
«De la fe pública. La atestación o firma de un Contador Público en los actos propios de su profesión hará presumir, salvo prueba en contrario, que el acto respectivo se ajusta a los requisitos legales, lo mismo que a los estatutarios en el caso de personas jurídicas. Tratándose de balances, se presumirá además que los saldos se han tomado fielmente de los libros, que éstos se ajustan a las normas legales y que las cifras registradas en ellos reflejan en forma fidedigna la correspondiente situación financiera en la fecha del balance.”
Por tanto, cuando un contador firma los estados financieros está asegurando (aseverando) que se ajusta a los requisitos legales, es decir, que han sido preparados bajo toda la normatividad legal vigente que enmarca la preparación de los estados financieros. Asimismo, está asegurando que dichas cifras han sido tomadas de los libros oficiales, y que se adecuan a las normas legales del DUR 2420 y sus modificaciones, de conformidad con el nuevo marco técnico normativo contable.
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