Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Mauricio Cabrera, economista y director de Cabrera & Bedoya afirma que los impuestos en Colombia no son progresivos debido a que la única tarifa progresiva es la de renta de personas naturales, pero estas solo contribuyen con el 5 % del total de los impuestos recaudados.
Mauricio Cabrera Galvis, economista, consultor y columnista afirma que la reforma tributaria en la que está pensando el Gobierno debe cumplir con dos propósitos: el primero, que sea estructural, es decir, que modifique a fondo el actual Estatuto Tributario; el segundo, que incremente significativamente los ingresos del Estado a través del recaudo.
«Es necesario aumentar el recaudo frente al faltante presupuestal que el nuevo Gobierno estima en 25 billones de pesos, el cual no se puede cubrir con un mayor endeudamiento, ya que se estaría violando la regla fiscal. Tampoco se puede pretender vender activos públicos, y la promesa de Iván Duque de rebajarle impuestos a las empresas hace que la búsqueda de nuevos recaudos sea urgente», dice Cabrera Galvis.
Para este economista, la cantidad de exenciones y gabelas tributarias, sumado a las políticas de confianza inversionista, se traduce en impuestos inequitativos, «ya que la dispersión de las tarifas tributarias que efectivamente pagan las empresas es enorme». En teoría, deberían pagar el 33 % de sus utilidades, pero realmente la tarifa efectiva promedio de las empresas es menor al 20 %.
«Los impuestos en Colombia no son progresivos, porque la única tarifa progresiva es la de renta de personas naturales, pero estas solo contribuyen con el 5 % del total de impuestos recaudados, mientras que en los países de la OCDE representan el 75 % del impuesto de renta», recalca Cabrera Galvis.
Por lo anterior, en Colombia los impuestos directos no contribuyen a la redistribución del ingreso, y los indirectos la empeoran.
Para este consultor, la reforma tributaria de 2016 se quedó corta en dos propuestas: el impuesto a los dividendos y el IVA a las transacciones de finca raíz. Frente a los dividendos, se gravaron con una tarifa de 0 %, 5 % o 10 %, dependiendo del monto, pero solo los recibidos por las personas naturales y sociedades extranjeras. «Desafortunadamente, la propuesta de la Comisión de Expertos, que era gravar también los dividendos recibidos por las sociedades nacionales no tuvo acogida, con lo cual se le restó efectividad y equidad al tributo».
Para él, el impuesto a los dividendos debe aplicar a toda persona. «Para evitar una cascada de doble y hasta triple tributación, se debe crear un mecanismo de créditos tributarios, para que los socios de sociedades que ya hayan pagado impuesto por los dividendos recibidos descuenten el valor pagado en su propia declaración», explica Cabrera Galvis.
Establecer un IVA del 5 % a las ventas de vivienda nueva con un valor superior a 900 millones de pesos fue un paso en la dirección correcta que, desde el punto de vista del economista, debe ampliarse en dos caminos: la elevación de la tarifa, y la ampliación de su aplicación a otras compraventas de finca raíz.
«En cuanto al ámbito de aplicación, debe ampliarse a todas las compras de bienes inmuebles con excepción de la vivienda VIS y VIP. El Gobierno pasado contempló la posibilidad de imponer el IVA a la venta de oficinas, bodegas y locales comerciales, pero se echó para atrás», afirma.
Sobre ampliar la base del IVA, Cabrera Galvis cree que es una forma eficiente de aumentar el recaudo tributario. Sin embargo, para él, gravar la canasta familiar es una acción regresiva que estaría en contra del objetivo planteado por el presidente Duque, respecto a una ley de financiamiento que permita tener un sistema tributario más equitativo.
«Suponiendo que se logren superar las dificultades logísticas para compensar a los más pobres, el mayor impacto sería para los vulnerables: esa nueva clase media que no recibe subsidios, pero que apenas logra subsistir con ingresos un poco superiores a dos salarios mínimos», sostiene Cabrera Galvis.
Para él, se debe ampliar la base del IVA hacía arriba, para bienes y servicios que solo compran los privilegiados, que según Duque son quienes deben pagar más impuestos.
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