Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
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El Proyecto de Ley de Licores que aumentará el recaudo de los departamentos del país en un 20%, generando más de $250 mil millones anuales adicionales, los cuales se destinarán en su mayoría a inversiones en salud, educación y deporte en los territorios, se suma a generar más ingresos de la mano del tabaco y las bebidas azucaradas.
En la última semana de junio del 2016, durante el XII Congreso Internacional de Hospitales y Clínicas, el ministro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria, dijo que habrá un aumento en los impuestos de tabaco y bebidas azucaradas. Según el jefe de la cartera, el impuesto al tabaco generaría cerca de medio billón de pesos anualmente al sistema de salud.
Gaviria explicó también que “estamos en un proceso de transición en el que la salud tiene necesidades diferentes a los años 90”. Según el Ministerio de Salud, de acuerdo con datos de la OMS, el precio del tabaco en Colombia es 1,82 dólares internacionales, y el del promedio de América Latina es 4,9 (datos del 2014).
Actualmente en Colombia, el impuesto al consumo de tabaco es $701,06 por cajetilla de 20 cigarrillos y Minsalud propone aumentar la tarifa a $2.000 en el primer año. Con esto se lograría recaudar alrededor de medio billón de pesos adicionales.
Gaviria también destacó que «la evidencia empírica internacional muestra de manera robusta que la tributación al tabaco se constituye en una medida excepcionalmente efectiva para reducir los efectos negativos generados por el consumo del tabaco».
Como era de esperarse, hay críticas al respecto. El vicepresidente de Coltabaco, Humberto Mora, dice que la medida generará un aumento de cigarrillos por contrabando. “Es sorprendente. El ministro lo que busca es que aumente el precio del cigarrillo y disminuya el consumo. Con un aumento tan abrupto de 400% el contrabando sustituye al producto legal”, dijo Mora en Blu Radio.
El empresario explicó que la medida no reduce el consumo del cigarrillo, sino que se sustituyen las ventas legales por productos de contrabando. «Colombia en el 2010 aumentó el impuesto al 50% que causó el peor colapso. El contrabando era de 1.8% a finales de 2009 y a finales de 2013 había aumentado al 19% a nivel nacional», comentó Mora.
Recientemente el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, celebró la aprobación por parte de la Comisión Tercera del Senado del Proyecto de Ley de Licores, luego de un debate y la votación de cada uno de los 38 artículos con los que llegó el texto.
El proyecto de ley que aumentará el recaudo de los departamentos del país en un 20%, generando más de $250 mil millones anuales adicionales, que se destinarán en su mayoría a inversiones en salud, educación y deporte en los territorios, pasará ahora a plenaria del Senado para convertirse en ley de la República.
Cárdenas exaltó que el proyecto busca generar equidad tributaria, teniendo en cuenta que actualmente un vino nacional de $10.000, uno que es importado de $60.000 y una champaña importada de $500.000 tributan prácticamente el mismo impuesto: alrededor de $3.500.
“Nos ponemos a tono con unas grandes inequidades que no podemos mantener. Que licores de alta gama paguen pocos impuestos, ahora se introduce una figura que es un impuesto Ad-Valorem, el licor que vale más, paga más impuestos. Eso es equidad, ese es el resultado de esta ley”, dijo Cárdenas.
Según el Ministro de Hacienda la equidad se logrará a partir de los componentes que establece el proyecto de ley, el cual especifica que se pagará un impuesto de $220 por grado de alcohol para todas las bebidas destiladas; un impuesto Ad-Valorem de 25% del valor final del producto y un IVA del 5% sobre el precio de venta.
Finalmente, el proyecto establece reglas claras para la introducción y producción de licores a los departamentos; fortalece la autonomía de las gobernaciones en el ejercicio del monopolio en sus territorios; establece medidas efectivas para frenar el contrabando y la producción y comercialización de alcohol adulterado; como también genera mayores recursos para los programas de salud de las regiones.
“Recordemos que el consumo de licores no es bueno para la salud, con esto se aumentan los impuestos, se disminuye el consumo y al mismo tiempo vamos a lograr más recursos para que los departamentos puedan atender todas las necesidades de salud de todos los colombianos”, dijo Cárdenas a los medios.
La Comisión Tercera del Senado adicionó al proyecto de ley tres artículos nuevos. Estos permitirán adelantar programas de prevención de la adicción a las bebidas alcohólicas; ejercer un mayor control sobre la producción y comercialización de aperitivos; además, para fortalecer la lucha contra el contrabando, se estableció que en todas las etiquetas de bebidas importadas se indique los grados de alcohol y una leyenda que diga “Para consumo en Colombia”, que permitirá identificar los productos de contrabando.
En esta misma medida, en uno de los artículos se estableció que la Comisión Interinstitucional de Lucha Contra el Contrabando pueda definir políticas frente al monopolio y el fraude aduanero, como también la formulación de iniciativas de desarrollo alternativo y reconversión laboral en zonas de frontera.
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