Los préstamos «gota a gota» se han convertido en una fuente de financiación de las familias de más bajos ingresos del país. De los 6,8 millones de colombianos que se han endeudado en alguna oportunidad, 83% reconoce que lo ha hecho con familiares, vecinos o amigos; casas de empeño u otros prestamistas informales.