Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
La diferencia en cambio se presenta por la variación en las tasas de cambio de moneda extranjera, cuando una entidad mantiene partidas monetarias en esas monedas.
Brevemente respondamos la siguiente pregunta. En NIIF para pymes ¿la diferencia en cambio puede hacer parte del costo del inventario?
La diferencia en cambio en ningún caso se podrá capitalizar como parte del costo de los inventarios, pues así lo establece el párrafo 13 de la Sección 30 de la NIIF para pymes:
Una entidad reconocerá en los resultados del período las diferencias de cambio que surjan al liquidar partidas monetarias o al convertir las partidas monetarias a tasas diferentes de las que se utilizaron para su reconocimiento inicial.
Estos casos se presentan cuando se adquieren inventarios en moneda extranjera. Por ejemplo, una entidad cuya moneda funcional es el peso colombiano, compra mercancía importada por USD$1.000. La entidad reconocerá un inventario por un costo de USD$1.000, utilizando la Tasa Representativa del Mercado –TRM– del día en el cual se reconozca tal inventario, esto es, en la fecha de la transacción.
La fecha de la transacción, en el caso de importación de mercancías, es la fecha en la cual los riesgos y ventajas son cedidos por el vendedor al comprador, esto es, la fecha en la cual se cumplen, por parte del vendedor, los términos de negociación (INCOTERM).
Entonces, en la fecha en la cual se cumplan los términos de negociación, la entidad consultará la TRM, para efectos de calcular el costo del inventario en su moneda funcional, y reconocer la correspondiente cuenta por pagar.
El valor del inventario no sufre modificaciones con posterioridad a ese momento, pues queda medido al equivalente, moneda funcional, a USD$1.000.
Ahora bien, es posible que la entidad haya adquirido la mercancía a crédito, con lo cual se genera una cuenta por pagar en moneda extranjera por valor de USD$1.000. Esta cuenta por pagar sí se ve afectada por las variaciones en la tasa de cambio surgidas entre la fecha en la que nace la obligación y la fecha en la cual se pagará.
Por ejemplo, suponga que la cuenta por pagar se genera cuando la TRM era de $2.400/USD, pero al momento de realizar el pago, la TRM ha subido a $2.450/USD. La entidad tendrá que disponer de $50.000 más para cancelar la obligación, respecto de la fecha en la cual esta se generó.
Esa variación de $50.000 incrementa el valor de la cuenta por pagar, pero no afecta el inventario, pues debe reconocerse como gasto directamente en el estado de resultados.
En síntesis, el inventario, una vez sea reconocido, nunca más modifica su valor por efectos de la variación de la tasa de cambio.
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