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Inversiones de renta variable


Actualizado: 8 junio, 2016 (hace 8 años)

Se consideran inversiones de renta variable aquellas que exponen al inversionista a un riesgo variable de utilidad o pérdida, en lugar de garantizarle una utilidad fija en una tasa determinada o determinable.

Existen tres tipos de inversiones de tipo variable determinadas según la relación entre el inversor y el emisor de los instrumentos de patrimonio:

Inversiones pasivas: son inversiones que no otorgan al inversor influencia significativa ni control sobre la entidad participada. En este tipo de relación, el inversor no tiene interés ni capacidad de participar de la dirección o el control de la entidad participada, ni tendrá suficiente derecho como para hacerlo.

Inversiones con influencia significativa: de acuerdo con la Sección 14 del Estándar Internacional para Pymes, se presume que un inversor tiene influencia significativa cuando posee el 20% o más del poder de voto sobre la participada; si el inversor prueba que tiene influencia significativa, reconocerá la inversión como asociada aunque su participación no alcance el 20%.

Inversiones que otorgan control: el máximo nivel en la relación inversor-emisor es la relación de control. Una entidad se considera controlante cuando tiene el poder para dirigir las políticas financieras y de operación de otra entidad, de tal manera que puede influir en los rendimientos de la participada. De acuerdo con la Sección 9 del Estándar para Pymes, para que se configure control el inversor debe tener derecho a los rendimientos y exposición a los riegos variables y además debe tener poder para la toma de decisiones sin necesidad de consultar con otros inversionistas.

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