Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Jerarquía organizacional estructurada impulsa el éxito del control interno


Jerarquía organizacional estructurada impulsa el éxito del control interno
Actualizado: 15 diciembre, 2016 (hace 7 años)

En cualquier organización es posible distinguir niveles jerárquicos que, analizados desde el punto de vista de su forma de trabajo, pueden agruparse en tres niveles: operativo, táctico y estratégico.

Todas las entidades, sin distinción de tamaño, sector en el que se desempeñan, volumen de ventas, etc., tienen una estructura organizacional en la que (al menos) es posible identificar con facilidad las dos grandes funciones principales: administrativa y operativa. En ambas, también se puede constatar la función de control en los distintos niveles de jerarquía, de la que dependerá cualquier estructura o forma de trabajo que se tenga establecida.

Control interno se establece a partir de niveles de jerarquía

En el diseño interno de cargos de una organización debe existir, como mínimo, un nivel operativo, uno táctico y un estratégico:

“El autocontrol es el examen que, de manera consciente o mecanizada, realiza la persona que ejecuta una tarea en particular dentro de la organización.”

Jerarquía organizacional estructurada impulsa el éxito del control interno

Autocontrol

El autocontrol es el examen que, de manera consciente o mecanizada, realiza la persona que ejecuta una tarea en particular dentro de la organización. Esta tendencia a optimizar la función realizada se ejecuta con base a las normas que el trabajador conoce (leyes, reglamentos, resoluciones, oficios, manuales, etc.), e incluso a partir del nivel de desempeño que la entidad le ha trazado. Ahora bien, vale recordar que el autocontrol se construye sobre lo que el trabajador reconoce como propio y, por tanto, es necesario renovar de manera constante sus conocimientos a través de una debida capacitación.

Ya que, por lo general, las tareas de una empresa están amarradas en cadena, la función de autocontrol también es ejercida por los compañeros de área, quienes interactúan de manera directa con los demás para lograr un resultado en común. Así pues, cuando alguno comete un error o presenta una inconsistencia en los tiempos establecidos, tal retroceso genera un “cuello de botella” que afecta el rendimiento del grupo.

Nivel operativo

Realiza en mayor medida un trabajo físico; obras, tareas o actividades que están relacionadas en forma directa con los productos o servicios propios de su organización o área. Este nivel de la entidad se encarga de todas las tareas asociadas con la elaboración de los productos que luego se entregan a los clientes, ya sean internos o externos.

El nivel operativo en las organizaciones suele ser el más numeroso y, por tanto, es el foco central de la ejecución del sistema de control interno. Al contrastar el peso de la función administrativa contra la operativa en cualquier organización, será posible notar un mayor número de elementos en la última de ellas.

En este nivel pueden evidenciarse dos formas de control: el autocontrol y el control ejercido por el jefe inmediato.

Nivel táctico

Realiza un trabajo operacional enfocado a la transformación de políticas y directrices provenientes de su nivel superior, funciona como canal de comunicación para que el nivel operativo pueda materializar aquellas obras, tareas o actividades enfocadas al cumplimiento del objetivo misional del negocio.

Las personas contratadas para desempeñarse en este nivel tienen la responsabilidad de planificar, organizar, dirigir, integrar y controlar en forma directa a sus subalternos del nivel operativo, a fin de lograr las metas y objetivos que ha trazado la organización en su plan de trabajo.

En este nivel, la función operativa y la administrativa están equilibradas, pues algunos tácticos realizan funciones operativas, otros se encargan de las administrativas y algunos reparten sus esfuerzos entre ambos tipos.

Nivel estratégico

En este se conciben, preparan, dirigen y controlan todas las grandes acciones que equilibran a la organización dentro de los parámetros de competitividad en el entorno. Por tanto, las personas que se desempeñan en este nivel tienen mucha responsabilidad, pues en el ejercicio de sus cargos deben elaborar grandes políticas y directrices, además de trazar los objetivos y las metas de la organización.

Dichos trabajadores están enfocados a funciones de tipo conceptual y, en ese sentido, buscan interpretar y ajustar los procesos diarios de la organización a fin de planificar, organizar, dirigir, integrar y controlar de forma directa, sobre todo, a los componentes del nivel táctico.

Este nivel, que suele contar con un pequeño número de empleados, está conformado en mayor medida por la función administrativa, sobre la que solo se encuentra el máximo responsable del funcionamiento de la organización.

Aspectos a tener en cuenta sobre la jerarquía para el control

  1. El mayor responsable del control interno en cualquier organización es el máximo representante.
  2. El control hace parte de todos los individuos que conforman la organización (autocontrol).
  3. El control es inherente a todas las funciones que se desarrollan en la empresa.
  4. La organización debe establecer un esquema de delegación específico que le permita otorgar, a cada nivel o área, las atribuciones requeridas para ejecutar de forma adecuada la responsabilidad que le compete.
  5. El personal con funciones de mando es responsable del control de aquellos subordinados de un nivel inferior.
  6. El éxito de la red de control y autocontrol depende de la capacidad que posean los compañeros de labor para ejercer control conjunto sobre las interacciones de trabajo en búsqueda de alcanzar el resultado común.

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