Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El Contador Público Guillermo León Martínez Pino recibió durante el XVIII Congreso Nacional de Contaduría Pública el Premio Nacional de Investigación Contable. Este reconocimiento se le entregó por considerar que “es un trabajo que propone una excelente reflexión teórica acerca de las escuelas de pensamiento contable, acompañada de una interesante propuesta crítico-interpretativa de su evolución, lo cual se evidencia como un proceso de maduración que lo destaca de manera especial sobre el conjunto de las ponencias presentadas al congreso”, como indica el informe oficial.
Su trabajo galardonado es ‘Los Arquetipos Contextuales de la Ortodoxia Contable’, el cual responde a un proyecto de investigación de largo aliento, cuyo objetivo central es, como él mismo lo indica, «desarrollar un estudio sobre la evolución histórica de la contabilidad como disciplina, observando en su devenir, cómo el modelo contable Eurocéntrico (de partida doble), ha hecho tránsito hacia la configuración de tendencias metodológicas emparentadas con la positividad de la ciencia y el concepto de progreso derivado de la modernidad».
El ensayo intenta realizar, en primera instancia, un acercamiento conceptual y metodológico, a partir del cual pueda definirse el estado disciplinario actual de la contabilidad, para lo cual se hace necesario rastrear nuevas posturas epistemológicas que den cuenta de la complejidad del mundo de los negocios. En segundo lugar, se pretende determinar cómo se ha desarrollado el devenir de la práctica contable, cuál es su correlato con los avances de la economía de empresa como modeladora de las escuelas de pensamiento contable. Un tercer elemento, intenta develar cuáles son los dispositivos de poder construidos desde las agencias globalizadoras, a través de las cuales se definen prácticas homogeneizadoras, estandarizadoras y modeladoras que obstaculizan el desarrollo disciplinar contable.
Para el propio Martínez Pino la intención del trabajo no es otra que profundizar sobre aspectos teórico filosóficos de la Contabilidad.
«Hoy la disciplina se halla sumida en la más deplorable dependencia de la regulación y estandarización internacional, en desmedro de la construcción de una verdadera comunidad académica que la piense como problema de conocimiento. Con el tema se intenta dar respuesta a la pregunta de cómo en las esferas contables lo epistemológico ha tenido un interés marginal; las preocupaciones por realizar un estudio crítico sobre el origen y valor de las teorías; observar los alcances del conocimiento contable en sus diferentes períodos.
De la misma manera, las formas en que se genera, evoluciona dicho conocimiento; los nexos e interrelaciones entre la lógica del saber y la práctica; no han sido la prioridad central, en tanto, la contabilidad adolece aún de consolidar una verdadera comunidad académica que de cuenta del debate riguroso sobre los elementos centrales para la consolidación de un ethos disciplinario entre los contables».
Este reconocimiento es muy importante para este Contador Público, Magíster en Estudios Sobre Problemas Políticos Latinoamericanos y Especialista en Docencia sobre Problemas Políticos, ya que significa que aún existen en el país espacios académicos y profesionales, preocupados por los desarrollos disciplinares de la Contabilidad.
Como docente de la Universidad del Cauca, el Contador galardonado piensa que, de cierta manera, el sistema no reconoce en el estudiante la capacidad propia del pensar, actuar y a la vez generar procesos de autorreflexibidad discursiva, en unos escenarios donde el dominio del saber se ha mostrado como una forma limitada de enfrentar la problemática impuesta por la llamada sociedad postindustrial.
«En el campo de la Contabilidad y la Contaduría Pública, este problema se vuelve cada vez más significativo si se reconoce que los desarrollos del conocimiento han mantenido sus bases asentadas en los técnico–normativo, asignándole poca importancia a las reflexiones teórico–epistemológicas sustento último de los avances profesionales.
La principal característica de la estructura profesional contable en Colombia, la constituye la rigidez básica con que se han estructurado los programas, la cual está condicionada por el marco de la estructura profesional y su legitimidad».
Desde el punto de vista de este investigador, no existen ni fortalezas ni debilidades por parte de los Contadores Públicos colombianos sino una raíz problemática que hay que saber analizar.
«En los currículos con los cuales se educan los contables, de manera radical y a veces abusiva, se ha planteado la oposición entre el saber técnico-instrumental; campo referido a la ejecución de un conjunto de destrezas y habilidades operativas desarrolladas para dar respuesta a las exigencias del mercado del trabajo y; una actividad no productiva preocupada por la ampliación del conocimiento en el orden de crear una base teórico-conceptual en el campo de los saberes contables. Tanto la primer postura, guiada por un ethos instrumentalista del mercado, como la segunda, vinculada al desarrollo de un ethos desde el campo de lo (inter)disciplinar, están comprometidas con determinadas orientaciones valorativas y que el contador debe asumir críticamente en su proceso de formación.
Es importante diferenciar que cuando se habla de disciplina se alude generalmente al territorio del conocimiento, mientras que cuando se habla de profesión se hace referencia a una praxis o vocación de servicio social. Tal caracterización no implica una separación irreconciliable entre quienes piensan y quienes hacen, «a la usanza griega de separación jerárquica en la división del trabajo, entre la «epísteme» reservada para los filósofos ilustrados y la «tekne» (trabajo material) para los esclavos».
Esta segregación dicotómica, en las actuales circunstancias, no existe y, por el contrario, la garantía de que una profesión progrese o involucione está directamente vinculada al desarrollo del conocimiento generado en las disciplinas.
El Contador Público tiene una tarea complicada en este aspecto.
«Frente a las nuevas reconfiguraciones del contexto, la contabilidad, asiste a un duro cuestionamiento en lo referente a la capacidad para captar, representar y comunicar eventos que ocurren en el actual contexto globalizado, porque está enfrentada a un mundo que no admite estructuras convencionales de interpretación e interpelación de la realidad, en los inciertos territorios indómitos para el observador. Las transacciones básicas que surgen de la fase actual de mundialización de los negocios, tienen que ver con el desarrollo de aplicaciones tecnicocientíficas de origen intelectual o cognitiva y de naturaleza intangible, con localización temporal, sin definiciones estables y en oportunidades sin referentes empíricos tangibles de de fácil aprehensión para ser revelados».
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
