Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

¿La conversión de clubes de fútbol en sociedades anónimas es la solución? – Carlos Sastoque M.


Carlos H. SastoqueResumen: Siempre y cuando se cumplan las normas legales que rigen para las sociedades por acciones en general, las asambleas de accionistas se manejen con democracia y el revisor fiscal sea elegido libremente –ojalá por el sector minoritario de accionistas- y actúe de acuerdo con lo establecido en el Código de Comercio, la conversión de los clubes de fútbol profesional en sociedades anónimas podría ser una medida acertada.

Los sufridos hinchas de los equipos profesionales colombianos de fútbol hemos llevado siempre las de perder, ante todo en los últimos 30 años, en los que se han montado en el poder de una buena parte de ellos maquinarias que no sienten amor por la camiseta sino que solo se interesan por darse lujos e incrementar sus patrimonios personales a costillas de los ingresos que obtienen los equipos y, en algunos casos, de utilizar los equipos para lavar dineros insanos.

La conversión de estos equipos en sociedades anónimas tiene muchas ventajas, entre ellas:

1. Da gran respaldo económico a los equipos, con la colaboración directa y gustosa de centenares de miles de hinchas que compran sus acciones, no con el interés de recibir utilidades medidas en pesos sino con el deseo de que su equipo amado no tenga dificultades para cubrir sus necesidades monetarias y, a cambio, les depare muchos momentos de diversión y de felicidad.

2. Permite a los hinchas participar en las más importantes decisiones del equipo y en la elección democrática de sus directivos.

3. Facilita que los directivos y administradores actuén con visión gerencial empresarial, buscando siempre los mejores resultados con los menores costos (eficiencia!).

4. Da la oportunidad de que los hinchas-accionistas que no manejan la gestión administrativa ejerzan una oportuna y adecuada  vigilancia sobre quienes sí la manejan, vigilancia que se hace mediante el revisor fiscal elegido democráticamente.

En relación con este 4º. punto,  es importante que cada equipo (sociedad por acciones) reglamente la conformación de un comité (de 3 o 5 personas, en todos los casos un número impar) de preselección de candidatos para el cargo de revisor fiscal, comité cuyos miembros no deben tener nexos de parentesco, gran amistad, notoria enemistad o intereses económicos y/o personales comunes con los directivos y con los administradores y demás empleados del equipo, siendo deseable que entre los miembros de este comité haya contadores públicos. A su vez los miembros de este comité deben velar para que ninguno de los candidatos a revisor fiscal (tanto principal como suplente) tengan nexos similares con los directivos, administradores y empleados del equipo y que no estén incursos en las inhabilidades legales establecidas por el Código de Comercio. Y también deben  propiciar que al revisor fiscal se le paguen unos honorarios justos y acordes con su alta calidad y responsabilidad profesional.

Los candidatos a revisor fiscal deben tener en cuenta su importante responsabilidad frente a los hinchas-accionistas y frente a la sociedad en general, como la debe tener siempre un revisor fiscal. Y deben ser conscientes de que el elegido no deberá aceptar órdenes de los directivos ni de los administradores y que, mucho menos, se puede convertir en coadministrador (como desafortunadamente parece que ha sucedido con algunos de quienes han sido revisores fiscales del fútbol profesional colombiano).

Si la Superintendencia de Sociedades les exije a los equipos profesionales de fútbol que cumplan las normas legales vigentes con la misma diligencia y pulcritud como ha solido hacerlo con las sociedades comerciales vigiladas y el revisor  fiscal cumple eficientemente con su responsabilidad profesional, seguramente que no volveremos a encontrar equipos de fútbol que no tienen con qué pagarles sus salarios, prestaciones sociales y aportes a seguridad social a sus jugadores y a sus empleados. Y así podrán nuestros amados equipos salir airosos en su actividad deportiva, aunque no todos podrán ser campeones;  pero, por lo menos, sí podrán ofrecer espectáculos de calidad y darle muchas alegrías a sus, siempre firmes y sufridos,  seguidores. Amén.

Autor:

C. P. Carlos SastoqueM.
Email: carsastoque@yahoo.com

Descubre más recursos registrándote o logueándote. Iniciar sesión Registro gratuito