Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

La educación de nuestros hijos – José Arbey Maldonado Lenis


Algo está fallando en la educación cuando los chicos no pueden hacer una cuenta mentalmente, necesitan una calculadora o lápiz y papel, o no son capaces de decir cuál es la idea en un párrafo leído o se les da una instrucción y no realizan la labor adecuadamente.

Creo que el problema es grave y tiene dos grandes responsables, el sistema educativo y nosotros mismos, sus padres. Veamos:

El sistema educativo, ha mejorado en su cantidad y acceso, pero ha desmejorado en su calidad, se privilegia la cantidad sobre la calidad.

En el sistema educativo se castra la imaginación, es memorístico, no se promociona la inventiva. Gran parte del problema son los docentes, no son los mejores, ya sea porque no se le remunera bien, no se les da oportunidades de mejora de sus competencias o simplemente están llegando los que no son y no tienen vocación.

Al sistema educativo deberían llegar las mejores mentes, estar bien remunerados y con oportunidades permanentes de mejora de sus capacidades.

En cuanto a nosotros los padres, nuestra falla se está dando porque estamos delegando en gran medida en el sistema educativo la responsabilidad de formación de nuestros hijos y allí esta nuestro gran error.

Nuestra responsabilidad va más allá de matricularlos en un buen colegio, debemos preocuparnos porque lean, porque se relacionen bien, porque asuman responsabilidades desde niños, porque puedan hacer cálculos mentales, porque vean programas de televisión y películas que los motiven, porque vayan al campo a compartir con la naturaleza, porque no dediquen tanto tiempo a la tecnología (celulares, portátiles, videojuegos, etc.), porque jueguen con papel, madera, colores, tierra, etc.

Nuestra responsabilidad está en ayudarles a desarrollar el cerebro, a que encuentren cuáles son sus habilidades y orientarlos en cómo las potencian, en acompañarlos a descubrir el mundo, sus oportunidades y amenazas.

Solo así lograremos que la profesión o el camino que escojan en el futuro los haga felices, es nuestra obligación acompañarlos a que ese camino sea el adecuado o de lo contrario tendremos personas haciendo algo que no les da felicidad

Como la frase de Albert Einstein ¨Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar un árbol, pasará el resto de vida creyendo que es un idiota¨.

Autor:

José Arbey Maldonado Lenis.
Email: jamaldonado@coachingenfinanzas.com

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