Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
La desconfianza de los contribuyentes hacia la Dian y sus servicios informáticos continúa. En menos de un mes el sistema tecnológico de la entidad se ha caído dos veces y las protestas, con justa razón, no se han hecho esperar. ¿Continuará esta problemática en plena época de declaraciones de renta?
La primera señal de alerta para la Dian se presentó el 24 de julio de 2019. «La Dian informa que se presenta indisponibilidad en los servicios informáticos electrónicos debido a inconvenientes técnicos en la plataforma tecnológica de almacenamiento del fabricante IBM», aseguraba un comunicado de la entidad.
En consecuencia, y según la certificación emitida por la Subdirección de Gestión de Tecnología de la Información y Telecomunicaciones, se declaró la contingencia para dichos servicios.
Los contribuyentes, luego de este suceso, y viendo que los plazos para declarar renta estaban a la vuelta de la esquina (6 de agosto de 2017) pensaban que la entidad se iba a poner las pilas e iba a trabajar para poner a tono sus servicios informáticos. Sin embargo, el fin de semana del 9 de agosto, los problemas volvieron a hacerse presentes, el servidor del sistema presentó fallas y la entidad volvió a declarar la contingencia. Era la segunda vez que ocurría en menos de un mes.
«Es imperdonable que a la Dian se le “caiga el sistema” en plena época de declaración de renta. Lo primero que llama la atención del lamentable suceso es que ocurra una falla técnica justo en uno de los frentes de modernización que la entidad ha venido prometiendo desde hace un año y que la explicación de los funcionarios dedicados a recaudar impuestos no brinden una explicación más profunda sobre las causas de la noticia», afirmaba el editorial del diario La República del 13 de agosto de 2019.
Sobre las fallas que se han presentado, Adriana del Pilar Solano, subdirectora de gestión de asistencia al cliente de la Dian explicó que aunque ya se está tratando el inconveniente con IBM, entidad encargada de soportar los nuevos servidores de la Dian, el sistema estará disponible cuando haya certeza de completa mejoría.
“Estamos esperando para poder levantar la medida cuando tengamos plenitud en la prestación de nuestros servicios. Lo importante es que nuestros clientes están en la confianza de poder presentar sus declaraciones en los tiempos establecidos sin ningún inconveniente”, dijo la funcionaria en Blu Radio.
Sin embargo, dejó en claro que las personas que tenían vencimiento para su declaración de renta el viernes 9 de agosto o el lunes 12 del mismo mes contarían con un día adicional a partir de la fecha en que se reestablezca la plataforma.
Este es un tema que se viene presentando desde muchos años atrás. En el 2012 Actualícese dialogó con Thierry Ways, ingeniero de sistemas del Instituto Tecnológico de Georgia y columnista de El Heraldo, quien aseguraba que si el sistema electrónico funcionara correctamente, no colapsaría, así hubiesen personas que dejaran la obligación para última hora.
«Los plazos son los plazos, y el contribuyente que lo deja para el último minuto tiene el mismo derecho de acceder al sistema como el que lo hace con tiempo. Tecnológicamente, existen soluciones de balanceo de cargas para las «horas pico» de acceso a las bases de datos. Eso debería hacer parte de cualquier estrategia tecnológica de cualquier base de datos grande, como la de la Dian», recalcaba en su momento Ways.
Para él, todo el esfuerzo de los funcionarios de la Dian no sirve de nada si el sistema no funciona bien, si no responde a las instrucciones que da el funcionario porque no está bien diseñado, o porque colapsa bajo el tráfico de los días de mayor acceso.
Y mientras pasan los años y se siguen buscando explicaciones, como dice el editorial de La República, «no puede ser que simplemente se “caiga el sistema” en el primer año de un Gobierno que ha prometido la modernización de esta entidad y la digitalización de los tributos para hacerse más eficiente. Si bien la reacción a tal insuceso ha sido oportuna, sigue el aire de desconfianza en la Dian y sus obsoletos sistemas».
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