Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

La oveja negra – Eric Duport Jaramillo


En la mayoría de las familias existe la llamada oveja negra, término con el cual se etiqueta al vago, al necio, al que tiene problemas con el alcohol o las drogas, o simplemente al que no sigue las reglas. Lidiar con este personaje se convierte en un verdadero dolor de cabeza en la época de la adolescencia, y más aún si el problema persiste durante los años siguientes.

Sin embargo, el amor familiar es tan fuerte –como debe ser–, que siempre habrá una oportunidad para que este pariente demuestre su transformación y compromiso de cambio. El problema surge cuando decidimos que la oportunidad debe ser en la empresa familiar y esta persona se vincula laboralmente a la misma.

Aunque sobre este tema en particular no se puede generalizar, lo importante es entender que la empresa no puede convertirse en el espacio para hacer ensayos sicológicos o sociológicos y que, en la mayoría de los casos, esos ensayos no dan los resultados esperados; por el contrario terminan afectando el ambiente laboral, por un lado, y el familiar por el otro.

En una empresa familiar de los Estados Unidos, el padre y gerente de la compañía le pidió a su hijo, quien laboraba en la empresa, que fuera a su oficina. El hijo, que no cumplía horarios y se aprovechaba de su condición familiar para maltratar a otros empleados, se sorprendió cuando entró a la oficina y vio sobre el escritorio dos sombreros: uno con un letrero de jefe, y el otro con el letrero de padre. “Papá, qué es eso”, preguntó el hijo en tono burlón. Su padre se puso el sombrero de jefe y le dijo: “Fulanito, su desempeño en la empresa es muy deficiente y su actitud grosera con los compañeros de trabajo nos está generando muchos problemas. Está despedido. Puede pasar por el departamento de recursos humanos por su cheque”. “Pero papá…”, musitó el hijo mientras su padre se quitaba el sombrero de jefe y se ponía el de padre. Este le dijo: “Hijo, esta noche tenemos una cena familiar en casa y queremos que asistas para que hablemos de tus problemas y de la forma como podemos ayudarte, te esperamos”.

Obviamente el padre de esta historia había discutido previamente estos temas con su familia, llegando a esa decisión en consenso, lo que nos enseña que hay ciertos aspectos familiares relacionados con la empresa que requieren del apoyo de los integrantes del círculo familiar, para evitar que el problema trascienda al ámbito de la empresa.

En este breve ejemplo queda en evidencia, por un lado, la importancia del consejo de familia para revisar los asuntos familiares que tienen implicación en la empresa y tomar decisiones frente a los mismos. Por otro lado, se resalta la necesidad de que existan normas para la incorporación de familiares a la empresa, definiendo requisitos mínimos, estableciendo la exigencia de la existencia del cargo previa a la vinculación, el tutelaje o seguimiento objetivo a esos familiares que ingresan a la empresa, y la medición de los resultados.

En la serie mexicana de Netflix Club de Cuervos, podemos ver en el primer episodio el mejor ejemplo de ese hijo, oveja negra, que por cuestiones de una sociedad machista, llega al poder de la empresa familiar sin contar con los conocimientos y habilidades para el cargo, desplazando a su hermana que cuenta con una excelente carrera al interior de la organización. Estos ejemplos sacados de la ficción son el vivo reflejo de miles de casos que han sucedido en el mundo en empresas familiares, en donde la falta de normas de conducta y de relacionamiento entre la familia y la empresa han terminado en fracasos que no solo afectan a los socios, sino a miles de empleados, proveedores, clientes y demás personas que dependen de esas malas o incorrectas decisiones.

Lo cierto es que mientras usted conoce muchos otros casos de la vida real, está perdiendo la oportunidad de empezar a construir sus normas familiares y empresariales.

Eric Duport Jaramillo

Abogado de la Universidad Javeriana de Bogotá, especializado en Derecho Comercial de la Universidad Bolivariana de Medellín. Realizó el Programa de Alta Dirección Empresarial –Pade– del Inalde, Escuela de Negocios de la Universidad de la Sabana, y fue becado por la Exxon Mobil para realizar el Programa de Gobierno y Liderazgo de la misma escuela. Cuenta con un diploma en Estudios Latinoamericanos del Instituto de Altos Estudios de América Latina de la Universidad de Paris III, y ha desempeñado cargos entre los que se destacan: presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Pereira entre 2005 y 2012, y ministro consejero en la Embajada de Colombia ante la Unión Europea entre 2012 y 2015. De igual manera, ha ejercido como miembro de junta directiva en diferentes entidades de la ciudad y como docente universitario. Actualmente se desempeña como gerente de la firma Duport Abogados y como consultor en gobierno corporativo y empresas de familia.

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