¿Los contadores deberemos facturarles las ventas a nuestros clientes? – José Eduardo Gómez Martínez

Es mi deber pronunciarme sobre la posibilidad de que quienes trabajamos como independientes «tengamos» que generarles las facturas a algunos de nuestros clientes, a los que asesoramos en contabilidad, tributación, nómina, costos y Estándares Internacionales cuando estos no cuentan con un software contable.

Para nosotros existen diversos clientes, a saber: 1. El empresario que no quiere tener un software y contrata a un contador para que le lleve la contabilidad (recoger todos los documentos, que son comprobantes de egreso, recibos de caja, facturas de venta, facturas de compra, reembolsos de gastos y declaraciones tributarias, y después procesarlos en un software), le entregue los estados financieros al cliente y cobre sus honorarios por este servicio. 2. El que sí tiene un software, que no quiere contratar a un auxiliar, y al que hay que visitar para tratarle la información y demás procesos y actividades inherentes a ello. 3. Está el otro, con su software, que desea que le manejen «doble» contabilidad. 4. Hay otros que cuentan con un software y tienen además un auxiliar o digitador, quien hace todo el proceso contable para que el contador independiente recopile toda la información procesada, la revise, corrija (si hay errores), y presente y entregue los informes financieros. Este es el tipo de contador independiente que más le interesa a un empresario.

Pero… ¿qué va a pasar con las facturas electrónicas para los clientes de los numerales 1 al 3? ¿Llamará el empresario cada vez que haga una venta para que le hagamos la factura electrónica en tiempo real? ¿Se pueden hacer las facturas electrónicas de un mes el último día? Aparte de lo anterior, si se trabaja como en los dos primeros puntos de este escrito, ¿tendría el cliente a quien se le lleva la contabilidad la necesidad de comprar un software para que en tiempo real facture electrónicamente las ventas a sus clientes? O, ¿los contadores deberemos facturarles las ventas a nuestros clientes?

Veo el panorama sobre este aspecto algo turbio: no faltará el contable que se regale para hacerle el favor al empresario de realizar facturas de venta como una función adicional a las inicialmente contratadas. Se requiere que nosotros como profesionales independientes hablemos todos el mismo lenguaje: 1. Educar a nuestros clientes: muchos no entienden la contabilidad, la necesitan para sus préstamos financieros, para saber cómo les va y para cumplir con sus impuestos. 2. Capacitar a nivel básico desde las cámaras de comercio, municipios y entidades de gobierno a todo aquel que quiera emprender un negocio o empresa, que se vea obligado a tener contador sobre las implicaciones de todo orden. 3. La evasión se logrará reducir con la factura electrónica, pero no del todo si el empresario carece de un adecuado control interno y un manejo correcto de sus inventarios (desde las compras de materias primas hasta los consumos de estas y su transformación en mercancías para la venta). Se puede facturar electrónicamente un producto, pero realmente se puede despachar otro; ¿cómo lo va a detectar la Dian? 4. Por lo anterior, esta última entidad debería hacer obligatorio llevar un libro oficial de inventarios en el cual conste la trazabilidad de las materias primas compradas y sus etapas de transformación en el proceso industrial.

José Eduardo Gómez Martínez

Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones

Número 4072, enero 7 de 2019