Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para Nally Marcela Rojas Naranjo, la posición del contador público frente a los actos corruptos dependerá de sus principios morales y éticos, sabiendo que es una problemática difícil de tapar con un solo dedo.
Nally Marcela Rojas Naranjo, contadora pública y consultora senior de Global Financial Managers SAS, afirma que durante mucho tiempo se ha creído que el contador público es sólo quien lleva la contabilidad, liquida impuestos y presenta informes.
«En realidad, se debe romper ese paradigma que se tiene sobre los contadores, porque realmente somos verdaderos asesores empresariales, que las empresas deberían aprovechar de una mejor manera, mediante el uso adecuado de herramientas que poseemos como son los indicadores financieros y los estados financieros, los cuales contribuyen a la salud financiera de las entidades», explica.
Para ella, hoy en día debido a los cambios presentados en el interior de las empresas y gracias a la ley de convergencia hacia las Normas Internacionales de Información Financiera, el contador público estará a la altura de las expectativas y nuevos retos que estos cambios traerán a las empresas y sus respectivas implicaciones en las diferentes áreas.
Frente a un tema como la corrupción, «esta problemática es difícil taparla con un solo dedo, es el día a día en nuestra sociedad, sabiendo que debilita la confianza pública y quita recursos que se necesita para combatir problemas sociales», expresa.
Desde su punto de vista, la posición del contador público dependerá de sus principios morales y éticos. «Como profesionales tenemos acceso a información confiable en las empresas, es por esto que a mi manera de pensar, al detectar un fraude, nuestro deber es denunciar y comunicarlo al personal directamente afectado; esto permitirá que la reputación del profesional siga intachable, primero con él mismo y luego con sus clientes».
Al tratar el tema de los Estándares Internacionales, afirma que los contadores en su mayoría no se han puesto la camiseta ni se han apoderado del tema. «No se ha logrado entender la importancia y lo transcendental que es la incorporación del nuevo marco normativo a nivel internacional y nacional, recordando que las Normas Internacionales de Información Financiera nos ayudan a buscar un mundo más globalizado y homogéneo», dice.
Adicional a lo anterior, Colombia aún sigue lejos de hablar el lenguaje financiero que se practica en el resto del mundo, esto debido a la falta de conocimiento, capacitación y poca experiencia en este tema.
La competencia profesional es una obligación personal y profesional de cada contador público, un compromiso con su profesión y consigo mismo. «Nuestra profesión cuenta con varios campos de desempeño como: auditores, gerentes financieros, analistas, revisores fiscales, docentes. Es importante resaltar que la imagen personal es trascendental en el ejercicio de nuestra profesión, esto junto con la destreza al expresarnos en público lo que mostrará seguridad y confianza ante cualquier persona», describe Rojas Naranjo.
Para ella, el contador público debe ser un profesional inquieto por el estudio y comprensión de varios temas generales, administrativos, entre otros, esto con el fin de fortalecer su formación académica y lograr una participación cada vez mayor en los procesos de decisiones organizacionales, ganándose la confianza de sus clientes y empleadores.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
