Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Informalidad laboral y rebusque viene siendo lo mismo. Se piensa que el rebusque es un tema que aplica a los vendedores ambulantes y las personas de escasos recursos, con bajo grado de educación y sin cartón alguno. Pues bien, los dos términos también aplican para quienes a diario salen a la calle a sobrevivir.
Ese es el caso de Dario García un taxista que en su cartón universitario dice que es Contador Público de una prestigiosa universidad caleña. «Considero que tengo experiencia. Fui auxiliar contable y también laboré como Contador en una empresa en Palmira, sin embargo, hubo un recorte y a partir de ahí se me dificultó mucho encontrar otro trabajo acorde a mi carrera», dice.
Fueron seis meses en los que mandó hojas de vida por correo electrónico, movió sus contactos y presentó varias entrevistas, sin resultado positivo alguno. El dinero de sus cesantías ya estaba por terminar y le tocó dejar a un lado su experiencia contable para montarse a manejar un amarillo.
«No trabajo con un fijo sino que a diario me queda algo de dinero con lo cual llegar a casa. No se si valga la pena soñar de nuevo con trabajar en la parte contable porque busqué por seis meses y ninguna puerta se abrió», agrega.
Como afirma el escritor y periodista Carlos Gustavo Álvarez, en su columna 507 palabras de Portafolio, «en todo caso, para unos y para otros, dispersos en la calle vendiendo chucherías o convertidos en asesores con corbata, el rebusque es la profesión que los hermana. Dada su condición temporal, cíclica, incierta, la gente tiene que habilitarse para hacer muchas cosas. Eso expulsa en la mayoría de los casos la posibilidad de la excelencia y condena a unos resultados de mediocridad, que se vuelve endémica. Hay que terminar rápido para cobrar y seguir con lo que salga, convirtiendo el “se le tiene” en lema de ingenio y recursividad, cualidades que no siempre salen necesariamente bien paradas».
Dario es uno de los 4’817.000 de personas que están en el universo de la informalidad en Colombia y cuenta con seguridad social. «Con la salud no se juega y esa inversión hay que hacerla», dice.
Contadores Públicos de la comunidad de actualicese.co opinaron sobre el tema del rebusque:
«El término informalidad laboral es un factor determinante en la economía colombiana, ya que muchos por mantener la empleabilidad, inventan una Colombia con mejores índices que realidades. Es una constante en todos las disciplinas profesionales y oficios calificados. Se hacen cursos, diplomados, especializaciones, con la esperanza del empleo, pero todo termina en la informalidad, o en el mejor de los casos en el sub-empleo»: Carlos Vargas.
«Infortunadamente en Colombia no existe la meritocracia y por eso es que todo es rebusque. Si usted no hace parte de un ‘parche’ es muy complicado conseguir algo y por eso todo es rebusque. El crecimiento de los índices de informalidad son consecuencia lógica de la aplicación de un modelo económico determinado, el actual»: Yolanda Rentería.
Hay quienes le tiran una puya al ex presidente Uribe en este sentido, como Andrés Marín quien opina que, «el rebusque es el resultado de la aplicación de una política continua durante 8 años y que todos apoyamos durante el mismo tiempo. Haremos un país de pequeños propietarios, a eso lleva el impulso de esa premisa. Un montón de micronegocios donde lo único que se desarrolla es el ego», dice .
El presidente Juan Manuel Santos tiene como estrategia seguir el Plan Nacional de Desarrollo, pero para expertos parece un compilado de sueños. Como publica Dinero, «la informalidad, el desempleo y el subempleo, la baja productividad de los factores, la corrupción, la mala redistribución del ingreso, los ritmos mediocres de crecimiento y la violencia tienen causas mucho más complejas que la guerrilla».
En el Plan se aspira tener un crecimiento del 6% en 2014, una cifra que es bien superior al crecimiento promedio del país desde los años 70. Ahora, el mercado laboral en Colombia casi no cambia. La informalidad no es simplemente un asunto de costos y trámites.
El problema se hace preocupante cuando la mitad de los colombianos que viven del rebusque contrastan con los elevados y suntuosos niveles de vida de unos pocos. Realidad que hace a Colombia una de las sociedades más desiguales del planeta.
+ Según el DANE, el índice de informalidad se ubicó en 51,3% entre noviembre del año pasado y enero de este año.
+ En las 13 principales áreas metropolitanas, entre trabajadores formales e informales, hay 9’390.000 personas. De estas, el 42,5% tienen seguridad social.
+ Solo el 10% de los trabajadores informales está cubierto por el sistema.
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