Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para Eduardo Lora se debe establecer un impuesto al patrimonio progresivo y más alto que el actual, que es temporal y de solo 1 %.
No se trata de gravar más a las empresas, sino de gravarlas a todas por igual.
El sistema tributario nacional hace que los ricos del país se crean de la clase media.
En nuestro editorial ¿Y si la reforma tributaria que quiere Carrasquilla comienza a operar en el 2023 o 2024? reseñábamos la propuesta que el economista Eduardo Lora hace alrededor de una próxima reforma tributaria. Para él, se deben eliminar las exenciones al IVA, reducir fuertemente las exenciones y descuentos al impuesto a la renta y gravar a los dividendos en forma progresiva.
Tiene que ser, pues el país está abocado a una crisis fiscal sin precedentes. Cuanto antes se haga esa reforma mejor. Y hacerla ahora es más factible que nunca, porque los potenciales beneficiados tienen más influencia que los grupos de interés que siempre se oponen a las reformas estructurales.
Puesto de otra forma, en este momento los senadores y representantes que quieran mejorar su popularidad y responderles a sus electores tienen que apoyar reformas que permitan mantener el apoyo a las clases populares. Una reforma tributaria estructural es esencial para eso.
Los de siempre, eliminar las exenciones al IVA (con devoluciones para los pobres); reducir fuertemente las exenciones y descuentos al impuesto a la renta; gravar a los dividendos en forma progresiva, como cualquier otro ingreso; y subir en forma permanente el impuesto al patrimonio.
Sí, como ya indiqué creo que debemos establecer un impuesto al patrimonio que sea progresivo y más alto que el actual, que es temporal y de sólo 1 %. La razón para eso es que los más ricos pagan muy poquitos impuestos en Colombia. Su tasa efectiva de tributación no llega siquiera al 10 %.
Claro, quienes se oponen a esta idea son los mismos que defienden las exenciones y las tasas reducidas para la canasta familiar. ¿Sabe por qué? Pues porque las exenciones a la llamada canasta familiar benefician más que todo a las empresas productoras de bienes de consumo destinados a las clases media y alta. En las últimas semanas hemos visto que sí es posible hacer devoluciones del IVA en forma masiva y focalizada.
Hay que reducir los descuentos y exenciones. Déjeme le doy un ejemplo. Si usted tuvo el año pasado ingresos mensuales de $8.100.000, usted es un privilegiado que pertenece al 3 % más rico de los trabajadores colombianos. Personas como usted deberían pagar una tasa efectiva de por lo menos 20 %, y así ocurriría en cualquier país que tenga un sistema tributario sólido.
Pero en Colombia, usted con esos ingresos solo tiene que pagar el 19 % de la renta líquida gravable que supere los $37.300.000. Eso le da una tasa efectiva de sólo 3,8 %.
Claro, usted me va a decir que quien gana $8.100.000 es clase media. Ahí es donde empieza el problema: los ricos en Colombia se creen de clase media y como resultado no tienen el menor sentido de solidaridad. De pronto la crisis actual los va a despertar de ese sueño.
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