Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Como se volvió tradicional en los últimos años, las centrales obreras y los empresarios no pudieron llegar a un acuerdo en la mesa de negociación y el Gobierno por decreto tuvo que ordenar el aumento, en un 3.4%, del salario mínimo.
La posición del Gobierno estuvo más cerca de los empresarios que de los sindicatos. Y los primeros siempre han dicho que las alzas en el mínimo producen desempleo y agravan la inflación. Sin embargo, para Amylkar Acosta, miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas esto no es así.
«Se dice que un aumento mayor del salario mínimo habría generado más desempleo e informalidad, cuando en realidad también puede estimular la demanda efectiva e impulsar el crecimiento y el empleo, como lo ha venido haciendo Brasil. Por algo para la OIT las políticas brasileñas sobre el empleo son un ejemplo a seguir para la región. En este sentido, la conclusión de la famosa Misión de Empleo, que coordinó el profesor Hollis Chenery a mediados de la década de los años 80, no pudo ser más categórica: «el empleo crece sólo si la demanda aumenta».
Como lo publica Razón Pública, en diciembre pasado el Gobierno y el banco central preveían que la inflación cerraría en 2010 en un 2,8% y con esta base decretó un reajuste para el salario mínimo de sólo un 3,4% para 2011.
Sin embargo, en contra todos los pronósticos, el índice de inflación, según el DANE se situó en un 3,17% en 2010, al tiempo que los precios de la canasta básica para quienes perciben la remuneración mínima legal, fue de un 3,58%. La conclusión es que todo se evaporó.
Fue entonces cuando el Gobierno se vio obligado a rectificar el porcentaje de reajuste y se subió a un 4% la cifra del aumento del mínimo. Como era de esperarse los empresarios se mostraron disgustados.
En Colombia sólo perciben el salario mínimo cuatro millones de trabajadores, mientras que algo más de siete millones devengan un ingreso por debajo del mínimo.
Solo el 30% de los ocupados recibieron prima navideña. Mientras 7.463.000 trabajadores de empresas privadas y del Estado tienen derecho a la prima, los otros 12,2 millones no la recibieron porque trabajan en la informalidad o por cuenta propia.
Es aquí cuando entra a jugar un papel importante la informalidad laboral y la economía del rebusque, que ya supera un 58%. El salario mínimo apenas sí alcanza a cubrir un 50% del costo de la canasta familiar.
Como lo considera Acosta, este es el mismo salario mínimo que el ex ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, considera ridículamente alto. También, como se asegura en Dinero, «el nivel del salario mínimo es muy alto frente al salario medio y a la productividad de la mano de obra» y se constituye en «otro obstáculo para generar empleo y para la formalización del mismo».
Aquí las cifras y opinones varían. Una investigación realizada por Ernest & Young y Proexport, en torno a la legislación comparada de los siete países latinoamericanos más grandes, arrojó resultados interesados y que dejarían con la boca cerrada a quienes dicen que el mínimo en Colombia es alto: «Colombia registra el cuarto menor salario mínimo legal mensual vigente de los países objeto de estudio, el cual asciende a 243,47 dólares el mes».
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