Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
La Cifra (haz click en la imagen para ampliar)
Para el gerente de IFRS Masters y experto en NIIF, Waldo Maticorena el mercado de contadores en Colombia que aun necesitan certificarse en NIIF es tan grande, que ni sumando a las empresas consultoras, las universidades y las iniciativas privadas de capacitación hoy existentes, se podrá capacitar a los que aun requieren esta capacitación. Preocupación.
Hay dos grandes grupos que no han abrazado aun las NIIF. Un primer grupo que cree que el gobierno va a volver a aplazar la fecha de obligatoriedad, tienen la falsa impresión que «aun falta mucho» y por lo tanto viven en la filosofía de «no hagas hoy lo que puedes dejar para mañana».
El segundo grupo que ha existido en todos los países del tercer mundo donde ya están las NIIF, está conformado por contadores que se resisten al cambio. Algunos de ellos porque a cierta edad y número de años de experiencia resulta muy difícil volver a estudiar y cambiar la forma de hacer la contabilidad y auditar o ser auditados.
Otro, simplemente piensa que el implementar una norma de aceptación mundial es doblegarse a los intereses de los grandes inversionistas globales vulnerando sentimientos nacionalistas y no reflejarían la realidad económica de las empresas colombianas. En cualquier caso, el cumplimiento de las NIIF no es voluntario y como profesionales cumplidores de la ley y sus reglamentaciones, los contadores que aun le «hacen el feo» al proceso de las NIIF en Colombia tendrán tarde o temprano que cumplir con la ley.
La respuesta corta es si. Hay menos de diez universidades en Colombia que ya incorporan las NIIF de manera seria y estructurada en sus programas de pregrado desde hace varios años. El resto de cientos de universidades colombianas o no incluyen nada sobre el tema o solo incluyen asignaturas electivas sobre algunas pocas NIIFs. Debemos felicitar y aplaudir a aquellas universidades vanguardistas en el tema NIIF, pero no podemos señalar a las demás de comenzar a involucrarse tarde pues el proceso es un espiral muy difícil de resolver.
El espiral comienza con la completa ausencia de profesores universitarios capacitados en NIIF, un pensum no acorde a las exigencias académicas NIIF y un Ministerio de Educación que no tiene elementos de juicio para aprobar o desaprobar cualquier pensum NIIF presentado por las universidades.
No, aun no están bien preparados. Si bien no existe una estadística de cuántos contadores han estudiado algún diplomado o especialización en NIIF, podemos estimar que no superan los 3 mil. En un país donde hay 175,000 contadores, el número de aquellos que estudiaron algo de las NIIF es menos del 2%. Un agravante es que el 99% de los 3 mil que se han preparado, solo cuentan con certificados de asistencia y 1% realmente cuentan con algún tipo de certificación de conocimiento.
El mercado ya cuenta con certificaciones internacionales como es el caso del Instituto de Contadores de Inglaterra y Gales (ICAEW por sus siglas en inglés) quien a través de un examen en español, otorga certificación solo a aquellos que demuestran su real conocimiento de las NIIF. Esto es muy grave cuando la Ley del Contador dice que el contador está prohibido de ejercer aquello para lo cual no está preparado. ¿Podemos decir de aquellos profesionales que solo cuentan con certificados de asistencia, que están realmente «preparados»?
Muchas multinacionales que ya reportan bajo NIIF a sus casa matrices no tienen ningún temor porque caen en el error de pensar que ya cumplen con las NIIF. Tienen un gran camino avanzado pero tienen mucho más por recorrer para decir que las cumplen.
Sin embargo, tanto las empresas nacionales como las multinacionales le temen a la relación costo/beneficio. Creen que esta ley solo trae costos que no generarán ningún beneficio. Ninguno de los costos representados en entrenamiento, consultores, adaptación de software principalmente generarán mayores ingresos. Si esto fuera cierto, las empresas no invertirían tiempo y dinero en sus sistemas de control interno, en auditores externos, en abogados, en alquileres de oficina, etc. Ninguno de estos costos trae ingresos de manera directa pero de no cubrirlos, no podríamos seguir operando.
Por mandato de la ley, la contabilidad como la conocemos en Colombia dejará de existir para las empresas del Grupo 1 y 2. Solo se aceptará la contabilidad bajo NIIF. ¿Quién no adecúe su contabilidad podrá seguir operando?
Lo primero es dominar el Marco Conceptual de las NIIF, el cual por fortuna es casi un espejo del Marco Conceptual de la Contabilidad en Colombia contenido en el Decreto 2649 de 1993. Desafortunadamente al igual que muchos otros países, los contadores colombianos se acostumbraron a seguir las reglas de la DIAN y de los otros entes reguladores para el tratamiento de las transacciones económicas e inconscientemente ignoraron los preceptos del Marco Conceptual colombiano. Por ejemplo, en muchas empresas el impuesto al patrimonio de 2011 fue tratado como un activo y en otros ni siquiera se reconoció el pasivo. Bajo el Decreto 2649 y el Marco Conceptual de las NIIF, dicho impuesto debió ser un gasto y un pasivo en el mismo momento en que nació la obligación.
Lo segundo es dominar la NIIF 1 de Adopción por Primera Vez. Esta norma otorga muchas flexibilidades a la hora de elaborar el primer balance general bajo NIIF. Si entendemos bien esta norma, podremos anticipar los efectos que se presentará en el momento del cambio y los impactos en los resultados del primer año NIIF posterior a este balance de apertura.
Lo tercero es enfocarse en la NIIF para Pymes. El 95% de las empresas de Colombia aplicará NIIF para Pymes. Son más sencillas de aprender y más rápidas de aplicar. Si quiere aprender de NIIF Plenas lo puede hacer como curiosidad profesional pero para fines prácticos, con NIIF par Pymes estará muy bien preparado para el proceso.
Por último, prepárese a llevar sus niveles de ética profesional a los niveles más altos de honestidad y transparencia, pues el mundo de las NIIF al ser eminentemente de principios, abrirá muchas tentaciones a hacer un uso «conveniente» de la contabilidad y será más difícil auditarla.
En capacitarse, certificarse y capacitar a otros. El mercado de contadores en Colombia que aun necesitan certificarse en NIIF es tan grande, que ni sumando a las empresas consultoras, las universidades y las iniciativas privadas de capacitación hoy existentes, se podrá capacitar a los más de 170 mil contadores que aun requieren esta capacitación.
La invitación es a capacitarse y certificarse y formar sus propias iniciativas privadas de capacitación para aumentar el efecto multiplicador, ayudando al logro de este objetivo nacional de transformar a las empresas, a las normas internacionales, y en el camino obtener los beneficios económicos que un mercado tan grande como el de los contadores colombianos ofrece.
En términos de las legislaciones nacionales Colombia es uno de los últimos de la región. En este momento a excepción de Paraguay y Surinam, todos los países requieren el uso de las NIIF.
En cuanto a implementación real, todos excepto Colombia han llegado ya por lo menos al año, es decir, al año de transición. Otros más avanzados como Venezuela (que fue el primero), Chile y Brasil ya han completado todo el proceso de conversión.
En aquellos países como México, Argentina y Perú, el proceso está aun muy parecido al de Colombia aunque con probablemente un poco más de interés y preocupación tanto por las autoridades como por los mismos contadores.
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