Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Mejoramiento del control interno debe ser imperceptible – Hernando Bermúdez Gómez


Diversas leyes han determinado que las autoridades deben simplificar sus trámites y eliminar los innecesarios. El 14 de marzo del año en curso, la ministra de comercio, industria y turismo informó que se han intervenido 123 trámites, 62 simplificados, 46 automatizados y 15 eliminados. Así mismo, la historia da cuenta de muchos esfuerzos similares hechos desde la década de los 90 del siglo pasado, siendo montones los trámites modificados. Sin embargo, el Estado tiene la capacidad de quitar unos y poner otros.

Un ejemplo del fenómeno de “encogerse para crecer” es el que, en repetidas oportunidades, se ha hecho evidente en la Superintendencia Financiera de Colombia respecto de los revisores fiscales. Es claro que allí existen funcionarios que no reparan en que ciertas tareas son ajenas a la profesión contable. Según entendemos, se resisten a cambiar de posición.

Como bien anota la ministra, cada trámite implica un costo, así no dé lugar a pagos en favor del Estado. Nosotros tenemos claro que los colombianos gastamos muchísimas horas haciendo colas y esperando respuestas, que en ocasiones son dilatorias o esquivas, es decir, que no sirven para nada. Esto, nos hace perder la competitividad y el buen genio.

Fenómenos similares ocurren al interior de las empresas. Por eso, se han elevado voces a favor de la reingeniería y del adelgazamiento de las organizaciones. Recordemos el claro título del libro “Si no está roto, rómpalo”.

Al liberarse los libros de contabilidad de la formalidad del registro mercantil ante las cámaras de comercio y, simultáneamente, permitir que la contabilidad se prepare, se difunda y conserve electrónicamente, el país cuenta con la oportunidad de simplificar los trámites contables, lamentablemente desfigurados por las repetidas intromisiones tributarias, que no han entendido que las exigencias formales no son eficaces en la lucha contra la evasión. Sirven, eso sí, para castigar a muchos por su inobservancia, de manera que se deja pasar lo importante, el no pago de impuestos, y se reprocha lo accesorio, la forma de documentar algunas operaciones.

Se deben aplicar todos los adelantos en materia de máquinas y procesos en beneficio de la rentabilidad empresarial y de la competitividad. Esperamos que, efectivamente, los estudios de impacto económico de la regulación sirvan para evitar ciertas propuestas, cuyo costo es alto y su beneficio bajo.

El mejoramiento del control interno debe ser imperceptible. Muchos, entre ellos contadores, cada vez que crean controles, burocratizan. De poco sirve esta forma de obrar, ya que los delincuentes estudian todas estas reglas y piensan cómo eludirlas o cómo valerse de ellas para mantener ocultas sus fechorías. De esta manera, el control termina beneficiando a los malos. Por lo tanto, tenemos que esforzarnos en ser creativos y desarmar a los que acostumbran a enredar y luego quieren ser aplaudidos.

Hernando Bermúdez Gómez
Editor Contrapartida, Novitas, Registro Contable, Vademécum
Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones
Número 3417, marzo 19 de 2018

Hernando Bermúdez Gómez
Las publicaciones “Contrapartida” son escritas por miembros de la comunidad académica del Departamento de Ciencias Contables de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana.
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