Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Frente al trabajo remoto, a los empleadores les preocupa la productividad de sus empleados, su bienestar, la cultura de la compañía y el factor innovación.
Mantener su trabajo es lo que más le preocupa a los empleados, con excepción de los trabajadores que se desempeñan en tecnologías de la información que valoran más la flexibilidad.
El COVID-19 ha hecho que el mercado laboral experimente la variación y reasignación de habilidades más grande desde la Segunda Guerra Mundial. La anterior, es un una conclusión que entrega el estudio Escasez de Talento 2021 de la firma ManpowerGroup.
Al respecto, el 70 % de los empleadores colombianos que participaron de una encuesta realizada por esta firma manifestó dificultades para encontrar talento con las habilidades que requiere el mercado laboral.
Las habilidades más requeridas por las empresas colombianas son: responsabilidad, fiabilidad y disciplina, resiliencia y tolerancia al estrés, toma de iniciativa, colaboración y trabajo en equipo, liderazgo y empatía social.
«A raíz de la crisis sanitaria global, los empresarios se enfrentan a un reto más: la flexibilidad en los horarios y modalidad de trabajo que, además, está ligado a las preferencias de los colaboradores», agrega el informe.
Tres de cuatro empleadores requerirán que, por lo menos el 50% de su fuerza laboral asista al lugar de trabajo todo el tiempo, o por lo menos la mayor parte, esto debido al tipo de funciones que desempeñan, lo que da un amplio margen al trabajo remoto o híbrido.
Pese a que la mayoría de los empleadores está trabajando en implementar modelos más flexibles en funciones tradicionalmente vistas como rígidas, un 34 % de los empresarios ve factible horarios flexibles de inicio a fin de la jornada; un 21 % piensa ofrecer una mezcla entre trabajo remoto y la oficina; 18 % flexible y horas condensadas; 7 % trabajo compartido y 5 % permitirá elegir el lugar para laborar.
Frente al trabajo remoto, a un 30 % de los empleadores les preocupa la productividad de sus empleados, 25 % el bienestar del empleado, un 14 % no tiene preocupaciones, a un 11 % le preocupa la cultura de la compañía, 7 % la innovación, 6 % la colaboración y un 4 % está inseguro.
En lo que respecta a esta primer punto, la productividad, un 79 % de los empresarios espera que sus empleados regresen al lugar de trabajo.
«Un margen amplio con relación a quienes están implementando, por ejemplo, trabajo híbrido; unos con más horas en la oficina y otros con más labores realizadas a distancia, 7 % cada uno. Mientras que sólo un 4 % piensa en un trabajo remoto total y un 3 % está indeciso, sostiene el estudio realizado por la firma», indica el informe.
Para el 91 % de los empleados, por su parte, lo que más les preocupa es mantener su trabajo, con la excepción de los trabajadores que se desempeñan en tecnologías de la información que valoran más la flexibilidad. Por otra parte, ocho de cada 10 quieren un mejor equilibrio entre trabajo y vida en el futuro.
El informe pone especial atención a que los sentimientos de aislamiento, estrés, miedo y ansiedad serán un legado de COVID-19, y «también lo serán nuestras reflexiones sobre el valor de la salud, el bienestar, la familia y la comunidad».
El consejo es priorizar el bienestar emocional con la misma importancia que las medidas físicas y organizativas como la toma de temperatura y el distanciamiento social, para garantizar que las personas tengan confianza, estén saludables y sean productivas.
Al respecto, para David Patiño, profesional en seguridad y salud en el trabajo, lo ideal es que los empleadores conozcan los riesgos laborales a los que están expuestos los empleados que están bajo modalidades como el teletrabajo y el trabajo remoto, por lo que entrega recomendaciones de seguridad y da a conocer el papel de las ARL frente a los riesgos laborales.
Desde el punto de vista de Javier Echeverri, presidente de ManpowerGroup Colombia, el real poder humano radica en la perfecta combinación de habilidades humanas y habilidades profesionales.
«Las primeras son más difíciles de enseñar que las segundas, razón por la cual trabajar en el desarrollo de esas capacidades que está demandando el mercado hacen que las posibilidades de mantenerse empleable se incrementen sustancialmente”, afirma Echeverri.
Agrega que esta es una oportunidad para tener en cuenta lo que los trabajadores quieren y así evitar un aumento en la brecha de descontento en la fuerza laboral.
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