Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para la Corte Constitucional es inaceptable que se considere lesionado el derecho al mínimo vital de personas que obtienen sumas millonarias, cuando muchos colombianos no aspiran a obtener ni una ínfima parte de semejantes montos de dinero mensual.
Frente a los obstáculos que vienen enfrentado el cumplimiento del fallo donde la Corte Constitucional tumbó las megapensiones, la Corte Constitucional comenzó a tomar medidas contundentes e hizo respetar su decisión. Ningún colombiano puede tener pensiones que superen los 25 salarios mínimos.
Lo anterior quiere decir que los exmagistrados de las altas cortes, los excongresistas y sus familias que tenían pensiones superiores a ese tope van a tener que ver reducidas sus mesadas. Desde el punto de vista de la Corte Constitucional, reducir sus ingresos a 25 salarios no es riesgo alguno para su acceso a un mínimo vital, pues se trata de un ingreso 19 veces mayor que el de la mayoría.
La Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado estaban impidiendo que las autoridades pensionales redujeran los pagos mensuales a los pensionados de forma automática. Desde el punto de vista de los entes Fonprecom, fondo pensional del Congreso, se debía tramitar un proceso administrativo previo, que les permitiera a los exlegisladores presentar los recursos que la ley ofrece para impugnar la reducción de sus ingresos.
Quienes instauraron una acción de tutela ante estas dos corporaciones siguieron disfrutando del pago de sus mesadas, sin recorte alguno, pese a que la Corte declaró inconstitucional el régimen pensional de los congresistas.
Las anteriores acciones fueron revisadas por la Corte Constitucional. Y fue así como el alto tribunal impidió que colombianos con ingresos supremamente elevados disfruten de mesadas pensionales superiores a 25 salarios.
Como lo publica Semana, para la Corte es inaceptable que se considere lesionado el derecho al mínimo vital de personas que obtiene tamaña suma, cuando millones de colombianos no aspiran a obtener ni una ínfima parte de semejante suma de dinero mensual.
Mientras que tres de cada cinco colombianos que trabajan están en la informalidad y no aportan para Pensiones, al menos 2,6 millones de ancianos viven en la pobreza, sin ningún tipo de pensión. Por otra parte, casi un millón reciben un subsidio de menos de 100.000 pesos a través del Sisbén.
En contraste, unos 800 jubilados del Congreso reciben entre 15 millones y 20 millones de pesos de mesada y le cuestan al sistema pensional más de $ 12.000 millones cada mes.
Según la Dirección General de Presupuesto, en el 2010 se pagaron pensiones por $27,8 billones, mientras que para Educación y Salud se destinaron $17,1 y $10,4 billones, respectivamente.
Para dicha entidad esto representa una clara inequidad en términos de cobertura de la población beneficiada con los recursos de la Nación. Tomando en cuenta que los pensionados son 1’452.000, de manera que representan solo el 23% de la población mayor de 55 años, demandan más recursos que los 9 millones de escolares y que los 24 millones de afiliados al Régimen Subsidiado en Salud.
La Central Unitaria de Trabajadores afirma que la pensión más costosa del país, de 29 millones, se la paga el Congreso a una persona que ni siquiera tuvo curul.
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