Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

«No podemos seguir dejando al libre albedrío que las práctica contables no tengan supervisión»


«No podemos seguir dejando al libre albedrío que las práctica contables no tengan supervisión»
Actualizado: 1 septiembre, 2021 (hace 3 años)

José Obdulio Curvelo afirma que ya no se pueden hacer pruebas de lápiz y papel, sino llevar a los estudiantes de contaduría a laboratorios financieros.

Antes de dar un título hay que supervisar las prácticas que están haciendo los estudiantes. Dice que nadie está verificando la relación estudiante-puesto de práctica-profesor.

José Obdulio Curvelo, decano nacional de contaduría pública de la Universidad Cooperativa de Colombia, afirma en #CharlasConActualícese que las universidades no pueden continuar dando un discurso del medioevo. “En el sistema educativo requerimos poner al estudiante en perspectiva”, dice.

Explica que, si para ejercer como auditor se requiere cumplir con 40 horas de prácticas en empresas, entonces en la norma debe indicar que debe ser exigible para que se declare como un resultado válido.

“Lo que ocurre es que esa declaración por parte de los organismos de la profesión y de la disciplina todavía no se ha hecho, por lo que no se han establecido ni los espacios ni los resultados del aprendizaje”, puntualiza.

Para él, lo anterior nos lleva a que seguimos haciendo pruebas de lápiz y papel, y eso ya no se requiere. No es el entorno de hoy. «Se requieren incorporar escenarios de aprendizaje», dice.

«Si yo voy a enseñar la NIC 9 y lo que quedó de la NIC 39, voy a hablar de instrumentos financieros, yo tengo que llevar a mis estudiantes a un laboratorio financiero, que debe estar en la universidad, para que este joven demuestre que puede diseñar un software, un derivado a futuro o una negociación de un portafolio. Se trata de desarrollar las competencias del estudiante», ejemplifica.

“se debe cambiar el perfil de los profesores, pero una vez tengamos claros cuáles son los cambios de desempeño, y la alineación de lo que se debe saber con lo que hay que aplicar”

Es aquí donde Curvelo, doctor en contabilidad de la Universidad de Valencia, España, toca el punto de que también se debe cambiar el perfil de los profesores, pero una vez tengamos claros cuáles son los cambios de desempeño, y la alineación de lo que se debe saber con lo que hay que aplicar.

Experiencia es sinónimo de investigación

Curvelo afirma que las personas que más experiencia tienen en la profesión son las que más investigación han realizado.

«Al conversar con ellos te dicen: yo llegué a esta organización e identifiqué el problema, la ruta que hay que seguir para resolverlo, amparado en lineamientos legales y teóricos. Investigación. Tenemos que ver que estos contadores con experiencia también han investigado», destaca.

Agrega que si publican o no lo hacen no importa. La investigación genera conocimiento, pero muchas veces no son tenidos en cuenta y todo este conocimiento queda en el banquillo del olvido.

«Hay que visibilizar este tipo de investigación. No nos debe dar miedo decir que se debe investigar desde las prácticas», dice.

Curvelo, contador público, especialista en revisoría fiscal y en control de gestión, narra que le dice a sus estudiantes que, para poder desarrollar un espíritu crítico, la opinión debe estar puesta en perspectiva.

«Los académicos tenemos que caminar la calle y abordar los fenómenos de la profesión hablándolos de forma cotidiana», puntualiza.

¿Consultorios contables certificados para reemplazar la práctica?

«No podemos seguir dejando al libre albedrío que la práctica la hizo Pepito Pérez sin supervisión. Antes de dar un título hay que supervisar la práctica, que el estudiante haya hecho las cosas bien, verificar que los procesos realizados hayan estado bien. Nadie está verificando la relación estudiante- puesto de práctica – profesor», critica.

Para él, este es un tema que no puede seguir tan a la deriva. «Que quede claro que un estudiante antes de darle un título profesional debe evidenciar que cumple con las horas de entrenamiento. No se le puede dar un título y que luego gane experiencia por su cuenta. Me parece que este tema se ha postergado mucho y es urgente. Esto nos dará un perfilamiento de lo que está pasando con los egresados», afirma tajantemente.

A Curvelo le gusta utilizar el término consultorio certificado, en el cual un profesor tiene a cargo como máximo diez estudiantes, lo que hace que la educación sea más personalizada.

«Ahora, si el estudiante está realizando una práctica y tiene contrato con alguna empresa, no hay problema, puede entrar sin ningún problema al consultorio y se firma un contrato con la empresa para supervisarlo durante un período determinado. Debe ser innegociable que antes de graduarse, los estudiantes deben poder evidenciar los resultados», concluye.

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