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«Nueva medida de la tasa de usura como instrumento de transición monetaria es errónea e inapropiada»


«Nueva medida de la tasa de usura como instrumento de transición monetaria es errónea e inapropiada»
Actualizado: 14 septiembre, 2017 (hace 7 años)

Foto: abceconomia.co

Santiago Castro, presidente de Asobancaria, afirma que en Colombia existe una competencia fluida en el sector bancario y muchos productos financieros no llegan al techo de la tasa de usura, por lo que no debería existir y que la nueva metodología no tendrá impacto entre los consumidores colombianos.

El presidente de Asobancaria, Santiago Castro, asegura que la tasa de usura no debería existir en Colombia. Lo anterior frente a la iniciativa del gobierno de cambiarla mensualmente, lo que ya es un hecho desde el pasado primero de septiembre.

«Esta es una discusión que deberá seguir con el gobierno, pero como este año es preelectoral es prácticamente imposible finiquitarla. Aún así el gobierno tiene una deuda enorme en bancarizar los estratos 1 y 2, allí deberían concentrarse los esfuerzos», dice.

Castro dice que en nuestro país hay una competencia muy fluida en el sector bancario, y que muchos de los productos financieros ni siquiera llegan al techo de la tasa de usura, por lo que una vez más, propuso rescindir este elemento.

«Aunque la banca acata y respeta este tipo de cambios metodológicos, y reconoce que podrían contribuir a dinamizar las señales del mercado tanto en periodos bajistas como alcistas de la tasa de intervención de política monetaria, cree que podría ser inocua para los fines que la motivan”, dijo Castro.

“Según la entidad, la nueva metodología no tendrá mayor impacto entre los consumidores colombianos”

Para Asobancaria, esta medida como instrumento de transición monetaria no solo es errónea, sino inapropiada. Por tal motivo, estima que es necesario que se abra el debate alrededor de la tasa de usura y que el mismo se pueda dar en un marco más estructural. Según la entidad, la nueva metodología no tendrá mayor impacto entre los consumidores colombianos.

De igual forma, la entidad aseguró que para bancarizar los estratos bajos de la población es necesario que los bancos tengan un mayor campo de acción. «Eliminando la tasa de usura se conseguiría esto fácilmente», afirmó.

Formación para consumidores financieros

Castro ha destacado el papel que viene realizando la Superfinanciera en el marco de su programa de educación Aprenda con la Súper: sembrando cultura para la prevención, en el cual han participado más de 4.450 asistentes, en las 133 charlas que ha dictado la entidad. De igual forma, a estas jornadas se sumaron los colombianos que fueron seducidos por las propuestas de 16 entidades financieras que hoy cuentan con programas de educación financiera.

«El objetivo de formar a los consumidores financieros y potenciales en términos de derechos, deberes, productos y servicios del sector ha hecho que las entidades se pongan las pilas y hayan lanzado iniciativas que incluyen asesorías, talleres, nuevos portales web, aulas móviles y otras actividades tanto presenciales como virtuales», destaca Castro.

El presidente de Asobancaria explica que la publicación de la estrategia nacional en educación económica y financiera es un triunfo en la política pública alrededor del tema y que, aunque quedan muchos retos para su implementación, el documento representa las prioridades del Gobierno.

Así, aun cuando el país ha sido reconocido por su estrategia en este asunto, Castro dice que “seguimos llamando la atención sobre el programa de educación financiera en colegios para que corresponda con lo indicado por organismos como la Ocde y, sin embargo, no ha sido implementado”.

El presidente agregó que remover este asunto de las aulas es un error que se traduce en falta de conocimiento, razón por la que varias entidades apuestan por niños y jóvenes.

¿Repuntará la economía?

Hablando de otros asuntos, Castro asegura que los resultados de crecimiento del PIB durante el primer semestre fueron malos.

«No era lo que esperábamos, 1,2 % es un crecimiento muy exiguo y está lejos del potencial. Pero si miramos hacia adelante, tenemos razones para ser optimistas, ya empezamos a ver que se quiebra la tendencia de confianza del consumidor, esperamos que el motor de la infraestructura se prenda y que la demanda interna y el consumo de los hogares empiecen a reactivarse».

Y, en ese sentido, asegura que pensar en un crecimiento del 2 % es soñar. «Difícilmente llegamos a 1,8 %, que es la proyección que tenemos; ahora ya hay algunos que hablan de 1,6 %, incluido el Banco de la República», indica Castro.

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