Primero, definamos qué se entiende por estados financieros negativos.
Se pueden definir aquellos en los que: hay pérdidas, no reflejan la situación financiera real, y/o existe equivocación en su elaboración; sucesos diferentes que se pueden interpretar como situaciones negativas de los Estados Financieros.
Así que, si los Estados Financieros presentan pérdidas se debe hacer un análisis de los movimientos económicos; si éstos están acordes y reflejan la realidad de los procedimientos, por tanto, no queda más que realizar un dictamen en limpio, afirmar que los Estados Financieros reflejan la real situación de la compañía, lo cual no significa que se esté dando un informe negativo de los Estados Financieros, pues se está aplicando el procedimiento pertinente y cabal con la información real.
Pero si los Estados Financieros no reflejan la realidad financiera y están alejados de los procedimientos reglamentados, se debe realizar un dictamen negativo, el cual señala que la situación financiera de la empresa no es razonable o indica que los Estados Financieros no reflejan la real situación de la entidad.