Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Óscar Darío Morales y Hernando Bermúdez Gómez coinciden en que los organismos de la profesión carecen de credibilidad y son poco activos.
Pese a que los salarios de los contadores han mejorado, continúan siendo bajos.
Orientación del Consejo Técnico de la Contaduría Pública fue rechazada por muchos.
Hoy, en el marco de este especial del Día del Contador Público en Colombia, que iniciamos el 21 de febrero con un diálogo con Daniel Sarmiento Pavas, y en el que tratamos diversas temáticas polémicas y críticas de la profesión, contaremos con el punto de vista de Óscar Darío Morales y Hernando Bermúdez Gómez.
Cabe recordar que entre los temas tratados están:
Óscar Darío Morales, contador público y quien fuera miembro de la comisión de expertos que entregó recomendaciones sobre la reforma tributaria 2016, respecto a la falta de liderazgo y la poca profundidad que han mostrado las universidades frente a la enseñanza de los Estándares Internacionales, piensa que es poco lo que están haciendo para lograr una buena preparación por parte de los futuros contables.
«Los estudiantes salen muy mediocres y la responsabilidad es de las universidades. Además, pienso que faltan muy buenos profesores», afirma Morales.
Sobre la credibilidad de los organismos de la profesión es tajante al decir: ««Ni fu, ni fa»; son poco activos y constructivos». Piensa que deberían tener mayor liderazgo y propósitos concretos.
Pasando a otro punto, Morales piensa que el tema de los altos costos en los trámites correspondientes a la profesión contable tiene lugar por hacer el debido reclamo al Ministerio de Comercio, entidad que los controla. «No tienen ninguna justificación», dice.
Sobre el papel de la Junta Central de Contadores –JCC– al sancionar o llevar a cabo procesos disciplinarios, para Morales es importante que esta ejerza su autoridad y sancione aquellas personas, naturales o jurídicas, que falten contra la ética y permita, además, violaciones a las leyes y normas.
Finalmente, Morales opina sobre los salarios que presenta la profesión. «Siguen siendo muy bajos y no reconocen el valor del trabajo del contador, aunque en los últimos años han mejorado un poco, pero no lo suficiente», indica.
Y lanza una dura crítica: «Tenemos contadores que regalan su trabajo sin ninguna explicación».
Hernando Bermúdez Gómez, profesor asociado del Departamento de Ciencias Contables Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana, y uno de los más reconocidos líderes de la profesión contable en Colombia, afirma que medir el liderazgo de las universidades frente a la enseñanza de los Estándares Internacionales es complejo.
«Son 237 programas activos. No hay cómo saber qué están enseñando. Se teme que son solo normas», dice.
Al igual que Óscar Darío Morales, Bermúdez Gómez es tajante al afirmar que los organismos de la profesión nunca han contado con credibilidad.
«Además, la mayoría de los contadores públicos no sabe nada de ellos, ni siquiera los que estudiaron en el pregrado», afirma.
Sobre el alto costo de los trámites de la JCC, critica que esta entidad, hasta la fecha, no ha sido capaz de terminar su estudio de costos. «Se ha limitado a aumentar por inflación la tarifa inicial», puntualiza.
Además, afirma que la JCC es muy reactiva y, por lo tanto, sus investigaciones son sobre muy pocas cosas.
Al hablar sobre los salarios en la profesión contable, Bermúdez Gómez recalca que el Observatorio Laboral para la Educación Superior es la herramienta más completa sobre esta materia, motivo por el cual sugiere consultarla.
«La orientación del Consejo Técnico de la Contaduría Pública no era ni es obligatoria, y fue rechazada por muchos», dice.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
