Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Papel del contador público frente a las Normas Internacionales de Auditoría (Parte 2)


Papel del contador público frente a las Normas Internacionales de Auditoría (Parte 2)
Actualizado: 18 agosto, 2016 (hace 8 años)

“Auditores o revisores firmones”… ¿suenan familiares estos términos en nuestra profesión? Actualmente es triste asimilar cómo en nuestra profesión (no en todos los casos) hay un concepto de dictaminar tan superficial y monótono que termina decantando en una práctica del ejercicio de auditoría sin el debido rigor y alcance que se requiere.

Contrastando lo anterior, las Normas Internacionales de Auditoría –NIA– establecen que el objetivo de una auditoría es incrementar el grado de confianza de los usuarios en los estados financieros, por medio de una opinión sobre si estos han sido preparados, en todos los aspectos materiales, de conformidad con un marco de información aplicable. Lo anterior, en el caso colombiano, de acuerdo con los Estándares de Información Financiera (Estándar Pleno y Pymes).

Con tal propósito, el auditor debe tener una seguridad razonable, la cual se alcanza cuando se ha obtenido evidencia suficiente y adecuada (NIA 500) para reducir el riesgo de auditoría (NIA 300); palabras más palabras menos, para reducir la probabilidad de emitir una opinión inadecuada a un nivel lo más bajo posible.

“en el ámbito de las NIA se requiere un contador público menos cuadriculado y más abierto y flexible al cambio”

Por dicho motivo, en el ámbito de las NIA se requiere un contador público menos cuadriculado y más abierto y flexible al cambio, ya que, como se manifestaba en la primera parte de este artículo, las NIA van más allá de lo meramente retrospectivo basado en evidencias, para revestirse en un ambiente prospectivo o de futuro, donde aspectos como el análisis de riesgos pueden fundamentar y soportar mejor la opinión o dictamen que se establezca. Observemos lo que establece la NIA 200 en su apartado 7:

Requerimientos de las NIA al auditor

Las NIA requieren que el auditor:

  • Aplique su juicio profesional y mantenga su escepticismo durante el proceso de planificación y ejecución de la auditoría.
  • Identifique y valore los riesgos de incorrección inmaterial, debidos a fraude o error, basándose en el conocimiento de la entidad y de su entorno, incluido el control interno de la entidad.
  • Obtenga evidencia de auditoría suficiente y adecuada sobre si existen incorrecciones materiales, mediante el diseño y la implementación de respuestas adecuadas a los riesgos valorados.
  • Se forme una opinión sobre los estados financieros basada en conclusiones alcanzadas a partir de la evidencia de auditoría obtenida.

Para aplicar el juicio profesional y mantener cierto escepticismo, se requiere de una buena actitud del contador público para aprender cada día más, y así salir de la inercia profesional en cuanto a la actualización del conocimiento. Respecto a la identificación y valoración de los riesgos de incorrección material, el auditor debe tener un conocimiento claro y conciso de la entidad en la cual audita los estados financieros en aspectos como el entorno, tanto general como específico, y sus incidencias, y una evaluación de la entidad por medio de su control interno.

Para la evidencia de auditoría suficiente y adecuada, el uso de herramientas como las descritas en la primera parte de este artículo, facilita al auditor la obtención de evidencias e identificación de factores de riesgo a nivel operativo y administrativo que puedan condicionar el funcionamiento de la entidad a futuro, y así abrir más la brecha de posibilidades para establecer las respuestas a los riesgos identificados.

Todo lo anterior para lograr llegar a una opinión o dictamen acorde a la realidad de la entidad, que muy difícilmente se logra cuando no se tiene en cuenta que la auditoría ha transcendido. Por eso se resalta e insiste en la invitación a los profesionales de la Contaduría Pública a trascender por medio del conocimiento, para ser más competentes y ejercer auditorías integrales que vayan más allá de números, cifras y evidencias documentales de hechos pasados. No se debe desconocer que la opinión o dictamen en últimas tiene un impacto social, dado los diferentes actores que confluyen alrededor de una entidad objeto de auditoría.

Por último, se deja esta frase del filósofo americano Eric Hoffer, que motiva a cambiar el chip y adentrarnos en el mundo de las oportunidades que ofrece la profesión contable, tanto en el campo de la auditoría como en otros:

“En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”.

Luis Raúl Uribe Medina
CP U. de San B/Tura-Cali.  MG. En Admón. UNIVALLE.

*Exclusivo para actualícese.com

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