Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

«Para compañías que así lo requieren, no es suficiente la labor que realiza el auditor interno»


«Para compañías que así lo requieren, no es suficiente la labor que realiza el auditor interno»
Actualizado: 9 septiembre, 2021 (hace 3 años)

Aquí hablaremos sobre...

  • ¿Qué aspectos debe evaluar una empresa al momento de contratar a un auditor externo?
  • ¿De qué forma el auditor interno de la empresa debe trabajar de la mano con el auditor externo contratado? ¿Cómo debe ser la comunicación?
  • En cuanto a los informes o reportes que cada uno de estos presenta, ¿cuáles son las principales diferencias?
  • ¿Es obligatorio que toda empresa tenga un auditor externo, o con la labor que realiza el interno es más que suficiente?
  • ¿Cómo debe enfrentar este profesional los riesgos y los posibles fraudes que en el día a día de una organización se pueden presentar?
  • ¿Cómo transmitirle a la administración, a la gerencia, la importancia de contar con programas anticorrupción al interior de la empresa?

Hovana Capera afirma que en Colombia ciertas empresas están obligadas a tener la figura de revisor fiscal, mientras que la auditoría externa es contractual.

La auditoría interna emite informes de control y monitoreo. Su preparación y presentación se da a juicio del auditor.

Para Hovana Capera, directora de Auditoría Financiera de KPMG Colombia, las habilidades blandas más valoradas por las empresas son la comunicación, el pensamiento crítico y la gestión del tiempo.

¿Qué aspectos debe evaluar una empresa al momento de contratar a un auditor externo?

Los aspectos que debe evaluar una empresa primordialmente son la experiencia y el conocimiento en la industria o sector; que se cuente con un equipo multidisciplinario; la independencia y la prevención de conflictos de interés respecto del cliente y del servicio sujeto a la auditoría; y el respaldo metodológico.

¿De qué forma el auditor interno de la empresa debe trabajar de la mano con el auditor externo contratado? ¿Cómo debe ser la comunicación?

La NIA 610 que establece los lineamientos y la responsabilidad del auditor externo cuando este utiliza el trabajo de auditores internos para obtener evidencia o ayuda directa bajo su dirección, supervisión y revisión como auditor externo, solo es aplicable cuando este cuenta con un plan a su juicio, ha efectuado previa evaluación de cumplimiento y competencia técnica y, además, contempla restricciones o requerimientos frente a esta evidencia.

La NIA también establece los lineamientos sobre la discusión y coordinación con la función de auditoría interna, situación en la que pueden ser de utilidad los siguientes elementos aun cuando no se utilice el trabajo de auditoría interna, toda vez que permite la coordinación con el cliente y los auditores, la evaluación de riesgos, el entendimiento del negocio, entre otros:

  • Momento de realización del trabajo.
  • Extensión de la cobertura de auditoría.
  • Intervalos de discusión apropiados a lo largo del período.
  • Informar cuestiones significativas que puedan afectar al auditor externo y el acceso a informes relevantes.

Se debe procurar mantener la adecuada independencia en el servicio mitigando conflictos que conduzcan a que el auditor externo ejerza funciones propias del auditor interno.

En cuanto a los informes o reportes que cada uno de estos presenta, ¿cuáles son las principales diferencias?

Los auditores externos emiten su reporte sobre la base de las Normas Internacionales de Auditoría, que corresponde a un dictamen u opinión sobre la razonabilidad de los estados financieros.

La auditoría interna emite informes de control y monitoreo. La forma para prepararlos y presentarlos es a juicio del auditor, quien responde frente a la dirección, incluyendo el comité de auditoría.

¿Es obligatorio que toda empresa tenga un auditor externo, o con la labor que realiza el interno es más que suficiente?

En Colombia, ciertas empresas están obligadas a tener la figura de revisor fiscal según disposiciones del Código de Comercio y la Ley 222 de 1995, mientras que la figura de auditoría externa es meramente contractual.

Por lo anterior, para las compañías que así lo requieren, no pueden considerar como suficiente la labor que realiza el auditor interno.

¿Cómo debe enfrentar este profesional los riesgos y los posibles fraudes que en el día a día de una organización se pueden presentar?

La NIA 240 establece la responsabilidad del auditor en relación con el fraude en una auditoría de estados financieros, contando con los siguientes requerimientos:

  • Escepticismo profesional.
  • Discusión entre los miembros del equipo sobre cómo la organización podría estar expuesta a incorrección material debido a fraude.
  • Aplicar procedimientos de valoración de riesgos, que incluye indagaciones con la dirección; entendimiento de cómo los encargados del gobierno ejercen la supervisión de los procesos destinados a identificar y dar respuesta a los riesgos de fraude; y evaluación del ambiente de control apropiado.
  • Identificación de relaciones inusuales o inesperadas, potenciando el uso de técnicas de auditorías asistida por computador –TAAC–, que facilita tales análisis, y que tanto auditores internos como externos pueden desarrollar, principalmente, para aquellas compañías con un alto nivel de transaccionalidad.
“aunque el auditor puede tener indicios o identificar la existencia de fraude, no determina si se ha producido efectivamente un fraude desde un punto de vista legal”

Es importante anotar que la misma norma indica que, aunque el auditor puede tener indicios o identificar la existencia de fraude, no determina si se ha producido efectivamente un fraude desde un punto de vista legal.

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La literatura relacionada con las Normas Internacionales para el Ejercicio Profesional de la Auditoría Interna establece, igualmente, la participación del auditor en el examen y evaluación del sistema de control interno como principal medio para disuadir y detectar el fraude, dando relevancia a señales de alerta sobre un control interno ineficaz, formas comunes de fraude, fraude de la dirección, entre otras.

En conclusión, existen lineamientos para conducir la auditoría en relación con este tema, sin embargo, resulta importante la continua actualización o modificación de tales procedimientos, incluyendo nuevos frentes, señales o análisis a nivel de industria, independientemente de que la forma en que opera la organización no cambie es necesario enfrentar los potenciales riesgos de fraude interno o externo a los que se expone.

¿Cómo transmitirle a la administración, a la gerencia, la importancia de contar con programas anticorrupción al interior de la empresa?

Un programa anticorrupción facilita la evaluación de controles por parte de los auditores internos o externos, siendo una herramienta significativa para mitigar riesgos que por tratarse de corrupción serían de alto impacto y con grandes consecuencias para la organización.

Adicionalmente, su existencia apoya la imagen de la compañía ante terceros y clientes, demostrando interés por la transparencia de las operaciones y las actuaciones, fortaleciendo la confianza pública, que, a la postre, podría ser benéfica en la consecución de negocios o contactos comerciales.

Sin importar si es interno o externo, ¿con qué habilidades blandas debe contar el auditor de hoy?

De acuerdo con la publicación del Instituto Nacional de Contadores Públicos, las habilidades blandas más valoradas por las empresas son la comunicación, el pensamiento crítico y la gestión del tiempo.

Adicionalmente, otras habilidades que son importantes y deben ser desarrolladas son el trabajo en equipo, punto en el que es importante contar con equipos multidisciplinarios, conformados por contadores, ingenieros de sistemas, actuarios, ingenieros civiles, abogados, etc., con el objetivo de efectuar un direccionamiento apropiado para el logro, en equipo, de un propósito en común.

De igual manera, es importante la facilidad de adaptación, que les permite al auditor interno y, principalmente, al externo afrontar una evaluación de diferentes temas; en particular, le permite al auditor externo adquirir formas de conducir la operación, las cuales varían en cada organización.

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