Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

¿Pensando en comprar una franquicia? – Eric Duport Jaramillo


En los últimos años los países latinoamericanos han vivido el fenómeno de la llegada de las más importantes marcas internacionales en todos los sectores económicos, con lo que se ha ampliado la gama de productos y servicios para todos los consumidores. Para el cliente final lo importante es que la calidad o experiencia que le proporcionen esos productos y servicios sea la misma a la ofrecida en cualquier parte del mundo. Uno de los mecanismos para que estas empresas internacionales puedan expandirse, evitando hacer un esfuerzo financiero mayor y garantizando que el cliente final tenga la misma experiencia que ofrece la marca, es el contrato de franquicia.

El modelo de negocio de franquicia ha crecido de tal forma que hoy en día cualquier empresa con una marca posicionada a nivel local tiene la oportunidad de crecer a través del esfuerzo económico de terceros, entregándoles una metodología y un conocimiento (know-how) que, bien aplicados, deberían darle buenos resultados económicos al nuevo inversionista.

Si usted está pensando en emprender a través del modelo de franquicia, sobre todo de una pequeña o mediana empresa, es importante que se haga estas preguntas:

¿La empresa es familiar?

Aunque esto no tiene nada que ver con la calidad del producto o servicio, no podemos dejar de lado el hecho de que hacemos una inversión pensando en el largo plazo. Las estadísticas muestran que las empresas familiares desaparecen en un 50 % cuando llegan a la segunda generación, y solo un 15 % pasan a la tercera generación. Por lo tanto, si nuestra inversión tiene que afrontar ese riesgo, al menos la familia empresaria deberá garantizar un mecanismo que asegure la continuidad de la empresa, a pesar de los cambios generacionales.

¿La empresa tiene buenas prácticas de gobierno corporativo?

El empresario estadounidense Jack Welch dijo que “si la velocidad del cambio exterior excede la del cambio interior, el fin está cerca”. Por lo tanto es importante identificar si la empresa tiene órganos profesionalizados que ayuden a identificar riesgos y oportunidades de negocio, y promover esquemas de innovación que permitan a la marca mantenerse o sobresalir en mercados cada vez más competitivos.

¿Con qué se compromete la empresa franquiciante?

Comprar una franquicia no significa únicamente utilizar una marca y recibir un manual de procedimientos. El empresario que adquiere la franquicia en realidad está pagando por saltarse un proceso de aprendizaje del negocio y espera que la empresa franquiciante mantenga los niveles de inversión necesarios para el fortalecimiento de la marca, así como el mejoramiento permanente de los procesos para aumentar o al menos conservar la rentabilidad del inversionista. El acompañamiento y supervisión en el manejo de la franquicia es tan importante como el nivel de compromiso del nuevo empresario a la hora de aceptar las recomendaciones, de lo contrario se puede incluso correr el riesgo de perder la inversión por incumplimiento del contrato.

¿Entiende el contrato de franquicia?

La emoción de montar un nuevo negocio muchas veces nos lleva a firmar los contratos sin siquiera entender a lo que nos comprometemos y saber cuáles son las obligaciones del franquiciante. Dedicarle tiempo a leer y entender el contrato, incluso con el acompañamiento de un experto en el tema, puede ser la clave entre un negocio próspero o un fracaso inminente.

La franquicia es sin duda alguna un magnífico modelo para que las empresas puedan crecer y al mismo tiempo es una gran inversión para quienes quieren emprender de la mano de aquellos que ya han tenido éxito en el mercado. Sin embargo, son muchos los fracasos que se están viendo hoy en día por la informalidad con la que se estructuran estos proyectos y por la falta de rigor al momento de determinar en dónde se invierten los recursos.

Eric Duport Jaramillo

Abogado de la Universidad Javeriana de Bogotá, especializado en Derecho Comercial de la Universidad Bolivariana de Medellín. Realizó el Programa de Alta Dirección Empresarial –Pade– del Inalde, Escuela de Negocios de la Universidad de la Sabana, y fue becado por la Exxon Mobil para realizar el Programa de Gobierno y Liderazgo de la misma escuela. Cuenta con un diploma en Estudios Latinoamericanos del Instituto de Altos Estudios de América Latina de la Universidad de Paris III, y ha desempeñado cargos entre los que se destacan: presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Pereira entre 2005 y 2012, y ministro consejero en la Embajada de Colombia ante la Unión Europea entre 2012 y 2015. De igual manera, ha ejercido como miembro de junta directiva en diferentes entidades de la ciudad y como docente universitario. Actualmente se desempeña como gerente de la firma Duport Abogados y como consultor en gobierno corporativo y empresas de familia.

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