Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Las políticas contables deben ser elaboradas con el fin de orientar a los preparadores y usuarios de la información financiera, sobre el tratamiento y significado de los hechos económicos incluidos en los estados financieros.
Por esta razón, las políticas contables deben ser escritas en lenguaje claro, mas no coloquial, de manera sencilla, mas no escueta, prestando atención a la esencia sobre la forma, sin sobrepasar los límites del costo-beneficio.
Como en todo trabajo editorial, la redacción de las políticas contables expone a sus responsables ante lo que se conoce como ‘bloqueo ante el papel’. El contador público, quien en la mayoría de los casos es el encargado de cargar esta bandera de las políticas contables, se encuentra en la línea de batalla sin las armas necesarias, con mucho conocimiento técnico y fiscal en su cabeza, pero, en muchas ocasiones, sin la formación requerida para construir un texto con tales exigencias.
En editoriales anteriores hemos proporcionado a nuestros usuarios algunas guías sobre cómo abordar el tema; ahora vamos a entrar en materia, con el objetivo de instruir, a través de casos prácticos, sobre la forma de abordar estas políticas de información financiera y convertirlas en verdaderos manuales.
En ese orden de ideas, por lo menos deben existir los siguientes documentos:
En este documento se describe la empresa, las condiciones del negocio, el mercado en el cual participa, la historia de la empresa, y toda la información que le permita al usuario hacerse una idea de quién es la entidad reportante.
También se plasma en este documento la metodología para la elaboración, aprobación y modificación de las políticas contables, a fin de garantizar el debido proceso en su administración y evitar sesgos y tratamientos imparciales de la información.
Una parte importante de este documento es el marco normativo, el cual inicia con la Ley 1314 del 2009, hace mención al documento de direccionamiento estratégico emitido por el CTCP, luego los decretos reglamentarios y, por último, la decisión tomada por la administración frente a su clasificación en uno de los tres grupos.
Luego, con base en el Marco Conceptual, se adoptan las definiciones y conceptos generales de las NIIF, se establecen las características cualitativas con las cuales debe estar revestida la información financiera, a fin de alcanzar los objetivos de los estados financieros.
En este mismo documento se pueden incluir también algunos temas relacionados con la información financiera en general, tales como:
Dadas las características particulares de algunos negocios, en algunos casos será más útil para los usuarios, la información financiera con un corte distinto al 31 de diciembre. Cuando estos casos se presenten, la entidad establecerá, por política y por estatutos, la fecha en la cual llevará a cabo el corte de cuentas para efectos de emisión de estados financieros.
Se aclara que todas las entidades que llevan contabilidad en Colombia deben presentar estados financieros con corte a 31 de diciembre para todos los efectos legales, sin perjuicio de presentar otros estados financieros a una fecha de corte diferente, tal como lo aclaró el CTCP en el Concepto 285 de 2015.
Una vez definida la fecha de corte, la entidad establece el procedimiento de cierre, ajustes, revisión y aprobación de los estados financieros.
En esta parte se exponen, de la manera más precisa posible, cada una de las instancias que intervienen en el proceso de cierre y aprobación de los estados financieros, a la vez que se aclara quién tiene atribuciones para realizar u ordenar cambios en partidas incluidas en los informes.
También es pertinente insertar en esta parte el tratamiento de cambios en las políticas contables, según los requerimientos de las NIIF.
Juan David Maya
Consultor NIIF
*Exclusivo para actualicese.co
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
