Consultor privado y profesor universitario, Horacio Ayala, se desempeña como columnista en diferentes medios como Portafolio y El Espectador. Se desempeñó como Director de Impuestos y Aduanas Nacionales, asesor del Ministerio de Hacienda y de organismos internacionales en temas tributarios. También fue Cónsul General de Colombia en Chile y Director de Impuestos de Touche Ross International para América Latina.
De acuerdo con las informaciones de prensa, los fraudes se presentaron utilizando exportaciones ficticias. Sorprende, en consecuencia, que no exista un control sobre las exportaciones, que es una actividad de responsabilidad de la DIAN, así como de sus consecuencias en el reintegro de divisas, porque a través de esa figura puede haber igualmente lavado de dineros.
Siendo un área crítica para la DIAN, debería existir una acción efectiva de prevención por parte del área de control interno, así como de la Contraloría General de la República.
Todas las entidades públicas deben tener sistemas adecuados de reclutamiento, particularmente si tienen los riesgos que existen en la DIAN, no sólo de fraudes sino de evasión.
Estimo que el principal problema consiste en que muchos funcionarios son designados por recomendaciones políticas o por otros intereses, no por méritos. La entidad debería tener niveles salariales que le permitan reclutar funcionarios idóneos y honestos.
Mayores controles. Utilizar al máximo la informática para prevenir el uso de entidades o personas inexistentes para cometer los fraudes, a través de cruces de información más activos y más amplios.
Creo que los directores de las entidades públicas deben ser proactivos en la búsqueda de la transparencia. No basta descansar únicamente en la delegación de responsabilidades.
Por desgracia en los delitos de naturaleza económica siempre hay Contadores involucrados. La costumbre colombiana de graduar Contadores Públicos conduce a esta serie de situaciones. Creo que es hora de que la facultad de dar fe pública no se otorgarse en forma improvisada, a personas sin experiencia y sin antecedentes suficientes para que la sociedad les confíe una tarea tan importante.
En parte puede ser, Pero en los fraudes mencionados por la prensa, se trata de grupos delictivos organizados, con funcionarios y exfuncionarios, que conocían de las falencias de la administración.
En primer lugar dotar al Director de la DIAN facultades que le permitan limpiar los focos de corrupción que se logre detectar y utilizar procedimientos exigentes para el reclutamiento de funcionarios de las áreas críticas. Además, evitar las influencias politiqueras en la designación de funcionarios y, por supuesto, usar más la tecnología y las herramientas conocidas, como el control interno.