Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Pese a la tercera ola del COVID-19, los bloqueos y los problemas de orden público, la economía crece más de lo esperado.
Para las entidades, el PIB llegaría, como mínimo, hasta un 6 %.
Para Fedesarrollo, la reactivación económica tendría un ritmo más acelerado del pronosticado y llegaría al 7,2 %.
En su comentario económico del día El repunte de los indicadores líderes en abril y un ajuste en las proyecciones de crecimiento, Anif indica que los buenos resultados de los indicadores registrados en abril, más allá de las variaciones anuales que pueden estar distorsionadas por el efecto estadístico, muestran que la consolidación de la recuperación económica del país va por buen camino.
No cabe duda de que la reapertura y la aceleración de la vacunación tienen un impacto muy positivo en la recuperación económica. Superada la incertidumbre de lo que podrían significar las medidas restrictivas implementadas en abril para hacer frente al tercer pico de la pandemia, consideramos oportuno ajustar nuestra proyección de crecimiento de 4,3 % a 6,6 %. No sin antes advertir que todavía nos resta ver el impacto que tendrá el paro nacional en los resultados de mayo.
Por el lado de la oferta, el crecimiento estará impulsado por los mejores desempeños de los sectores de recreación, comercio, transporte y turismo, industria y comunicaciones. Se trata de sectores que han tenido una respuesta rápida y positiva a la reactivación de la economía, incluso han logrado crecimientos superiores a los de 2019.
Por su parte, esperamos que la minería, las actividades inmobiliarias, los servicios públicos, el sector agropecuario y la construcción presenten variaciones por debajo de la media.
Por el lado del gasto, se espera que la demanda de los hogares continúe su recuperación, lo que dependerá de los resultados del mercado laboral y de la capacidad de los hogares para generar ingresos.
Respecto al gasto del Gobierno, tal como lo estipuló el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2021, la necesidad de dar continuidad a las políticas de manejo de la pandemia mantendrá las cifras elevadas por un tiempo más:
En Anif fuimos insistentes al sostener que las medidas restrictivas generaban muchos vacíos en términos económicos y pocos réditos en cuanto a lo epidemiológico. En cambio, ahora que la reactivación está en una etapa más sostenida, constatamos que la economía responde de manera inmediata a los estímulos y que se puede convivir con el virus, siempre y cuando las medidas de bioseguridad y autocuidado se cumplan.
Con los resultados de abril y de los primeros meses del año, junto con el optimismo que acompaña a los grandes avances en vacunación, se ve una mejor dinámica en el crecimiento del país. Sin embargo, el cumplimiento de las proyecciones estará limitado por las condiciones sociales, pues todavía resta ver los efectos que tendrán los bloqueos en las ciudades capitales en los resultados de la economía para mayo.
Recientemente el centro de pensamiento revisó al alza su pronóstico de crecimiento de la economía Colombiana, pasando de 4,8 % a 7,2 % para el PIB de este año. Según Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo:
El aumento en el pronóstico de crecimiento obedece a un mayor crecimiento en el primer trimestre del año frente a lo esperado a la baja base de comparación debido a la contracción económica de 6,8 % del año anterior, así como a la reapertura de distintos sectores, la aceleración del proceso de vacunación y las mayores perspectivas de crecimiento global que impactarían positivamente la demanda interna y externa.
A través de un comunicado, Fedesarrollo explica que la decisión se da por el buen resultado que tuvo la economía en el primer trimestre del año, cuando se registró un crecimiento de 1,1 % según las cifras del Dane. Con este resultado, la reactivación económica tendría un ritmo más acelerado del que se pronosticaba.
La entidad estima que en abril la economía crecerá 25,8 % anual, aunque con una menor dinámica frente a la producción que se observó en marzo debido a las restricciones a la movilidad que se impusieron por el tercer pico de contagios de COVID-19.
Mejía resaltó que las cifras de crecimiento económico no tendrán un efecto directo inmediato en el mercado laboral:
Existe un riesgo importante relacionado con que la economía tenga un año de crecimiento económico excepcional sin una reducción sustancial en la tasa de desempleo. Para evitar este riesgo es fundamental ejecutar un plan de choque de generación de empleo durante la segunda mitad del año que permita tener tasas de desempleo por debajo del 12 % al final del año.
En su más reciente rueda de prensa, realizada el 28 de junio de 2021, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, reveló que el equipo técnico del emisor modificó al alza el pronóstico de crecimiento para la economía colombiana para este año:
En el primer trimestre de 2021 la economía alcanzó un crecimiento mayor al esperado, dinamismo que se mantuvo en abril, no obstante, la tercera ola del COVID-19 y, en mayor medida, los bloqueos a las vías y los problemas de orden público se reflejarán en una menor actividad económica durante el segundo trimestre. Pese a ello, el buen desempeño hasta abril justificó una revisión del pronóstico de crecimiento del PIB para 2021 de 6 % a 6,5 % en el escenario central.
Sin embargo, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo estimó que el impacto de los bloqueos reduciría en 1,1 puntos porcentuales la tasa de crecimiento de la economía colombiana.
De la mano del Gobierno, al considerar los diversos impactos se estimó que la tasa de crecimiento de la economía local va a ser de 6 % para este año.
Esto quiere decir que, si no hubieran existido esos impactos, pues hubiera sido 1,1 puntos porcentuales por encima de ese 6 %. Estamos haciendo el análisis de si existe o no un impacto estimado alrededor del tema del COVID-19, pero de momento nos sostenemos en una tasa de crecimiento del 6 %.
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