Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Las operaciones que ejecuta la compañía deben distinguirse entre las que efectúan con partes relacionadas y las que no, pues por lo general dichos negocios no se realizan en condiciones normales de mercado y por tanto pueden sesgar las decisiones de los usuarios.
Con el ánimo de buscar la preparación de la información financiera más imparcial posible, el Estándar Internacional para Pymes ha solicitado la realización de ciertas revelaciones especiales, las cuales le permitan al usuario de la información determinar cuándo un negocio y sus efectos representan un beneficio o detrimento de la estructura financiera de la entidad, en condiciones sanas de negociación.
Al revisar el Estándar Internacional para Pymes, contenido en el anexo 2 del Decreto 2420 del 2015 (modificado por el Decreto 2496 del 2015), se destaca la Sección 33 que establece quién se considera parte relacionada, al definirla como una persona natural (y sus familiares cercanos) que es miembro del personal clave de la gerencia de la entidad, ya sea de la que informa o de una controladora; es una persona que ejerce control total, control conjunto o influencia significativa sobre la entidad que informa o tiene poder de voto significativo sobre esta. La norma no define quiénes son familiares cercanos, pero se entiende que es todo aquel que pueda ejercer influencia sobre el titular: esposa, hijos, padres, etc., familiares en un grado de consanguinidad o afinidad cercano.
Básicamente una entidad tendrá como parte relacionada a sus altos directivos, los miembros de la junta directiva, los socios de la empresa, etc., siempre que tengan influencia en la toma de decisiones de la misma, pues un socio que posea solamente el 0,005% no requerirá todo el esquema de información a revelar solicitado por el Estándar Internacional.
Ahora bien, aunque la definición de parte relacionada es un poco amplia, al evaluar esta condición se debe pensar básicamente en si se está realizando una negociación con un aliado económico o persona sobre la que se puede influir a la hora de decidir; en tal caso, cuando una empresa A le presta dinero a los accionistas de B, esas transacciones tienen que ser tratadas como operaciones entre partes relacionadas para efectos de las revelaciones.
Cuando una sociedad es accionista de otra, los socios que tengan influencia en las decisiones de esa otra entidad también se consideran parte relacionada y por tanto la empresa debe revelar en su información financiera que se realizó un crédito a estos accionistas que se consideran parte relacionada. Además se debe detallar si el crédito se pactó o no con intereses, a tasa de mercado o por fuera de esta, y si fueron acordados los plazos normales en que suelen transarse este tipo de operaciones en el mercado.
Dicha información será de elevada importancia para que al revisar estos datos el usuario de la información financiera pueda hacerse una idea de si la empresa hizo o no esas transacciones en beneficio de los terceros, es decir en condiciones de mercado que favorecen a la contraparte de la operación o si se hicieron en igual condición de mercado como ocurriría en un negocio común entre partes que no tienen relaciones económicas entre sí.
Así pues, para evitar cualquier tipo de distorsión, la pyme deberá revisar el párrafo 9 de la Sección 33 del Estándar Internacional para Pymes e informar todo lo que dicha sección solicita.
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