Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Rosalba Montoya Pereira, pensando en el perfil idóneo de un contador público, dice que este es difícil de encontrar. Para Luz María Jaramillo la solución a esta dificultad se halla en el incremento del nivel de exposición al mundo laboral y en los procesos de formación de estos profesionales.
Rosalba Montoya Pereira, exdirectora de ManpowerGroup en la Región Andina, al hablar sobre la oferta y la demanda con la que conviven los contadores públicos, afirma que todo depende del nivel del puesto y de la estructura empresarial y de costos del empleador.
«El contador con funciones operativas específicas de la profesión en una pyme puede ganar un millón y medio en promedio, pero si se trata de un contador con funciones de gerente administrativo o financiero, con equipo interdisciplinario a cargo y funciones más amplias, puede ganar en promedio entre 6 y 8 millones de pesos, según las encuestas que realizamos en ManpowerGroup».
Montoya Pereira dice que hay empleadores que presentan quejas frente al desempeño de los contadores públicos: la falta de actitud abierta para hacer equipo con otras áreas, aunado al desconocimiento de un segundo idioma y a la no obtención de certificados internacionales, es la protesta más común. Ahora bien, otro aspecto de gran relevancia con el que los contadores deben siempre contar, es que más allá de lo legal o lo específico de las normas tributarias, los aspectos holísticos de la compañía y, muy específicamente, lo relacionado con la satisfacción de los clientes es de suma importancia para el buen desarrollo de su profesión.
Lo dicho anteriormente surge como respuesta a una queja recurrente de las empresas: que, basado en la normatividad, el contador siempre dice ante las iniciativas y consultas del resto de la empresa “no se puede”. Conocer las realidades diversas del negocio da un criterio más amplio para ver la normatividad no como algo para interpretar taxativamente, sino para facilitar que los procesos se hagan dentro de un marco legal organizado.
En noviembre de 2016, esta firma presentó un listado con los 10 perfiles profesionales más complejos de encontrar. En el séptimo puesto se encontraba Personal contable y financiero: contadores y analistas financieros. Javier Echeverri, actual country manager de ManpowerGroup Colombia, dice que el perfil de los contadores públicos siempre ha estado entre los diez primeros puestos complicados de encontrar, pero que este índice:
«Sin embargo ha ido bajando en grado de dificultad a medida que han asimilado la formación en Normas Internacionales de Información Financiera, que era la queja principal cuando ocuparon los primeros niveles. También ha ido cambiando el perfil del contador encerrado y solitario por actitudes más abiertas hacia el resto de la empresa», explica Echeverri.
Para Luz María Jaramillo, contadora pública con 35 años de experiencia y quien es Tax Partner en la empresa EY:
«(…) un profesional de este sector debería poseer conocimientos en macroeconomía, tecnología, sistemas de información, mercado, normas internacionales, cumplimiento real de las leyes y sostenibilidad, porque las bases propias del área como contabilidad, auditoría, impuestos o riesgos ya no son suficientes si se desea una promoción laboral o incluso conseguir un trabajo».
Por lo general, los datos que manejan estos profesionales se remiten a los estados financieros de una empresa. Sin embargo, Jaramillo asegura que actualmente el sector se dedica a analizar la información para predecir el futuro y tomar las mejores decisiones en base a ello.
«En cuanto a las habilidades demandadas es imprescindible contar con buen dominio de la comunicación y saber cómo manejar equipos humanos o proyectos. Encontrar los recursos justos en todo momento para cumplir tareas, plazos y responsabilidades, es otra de las cualidades necesarias». Argumenta Jaramillo.
Según esta experta contadora, el nivel de los profesionales de este sector depende de su exposición y formación, así como de la presencia internacional que posea la empresa para la que trabaja. Las grandes compañías tienen buenos especialistas financieros con puestos relevantes y autonomía para decidir. Por lo general, no se trata de contadores, sino de egresados en finanzas, administración de empresas o ingenieros industriales.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
