Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Propuesta de un auditor, revisor fiscal independiente a un profesional en contaduría pública


Hoy se cumplen 42 años desde que en los días 1 y 2 del mes de marzo del año 1975 en la Universidad de Antioquia se tomó la histórica decisión de aprobar la celebración del Día del Contador Público Colombiano, durante la reunión nacional que se desarrollaba con las juntas directivas de las agremiaciones de contadores de todo el país.

Los contadores públicos que propusieron esa idea fueron Jack Araujo y Eliécer Maya, su opinión fue acogida unánimemente por el resto de los asistentes.

Es de rescatar que con la Ley 145 de 1960 y la Ley 43 de 1990 la profesión de la Contaduría Pública tiene un gran impulso, al encontrarse inmersa, en el ámbito empresarial, en cada uno de los rincones de todo tipo de organizaciones y, en el contexto de lo particular, en aquellas personas que requieren los servicios, en el desarrollo de actividades de registro contable, como también en la preparación, revelación y el aseguramiento de la calidad de la información o bien para ayudar en la toma de decisiones en el ámbito organizacional.

Por ello, los profesionales que se están preparando el día de hoy pasan a ser una nueva generación que más allá de ser digitadores de paquetes de contabilidad, se convertirán en asesores y ejecutivos de staff, que ayudarán a la alta gerencia de las organizaciones empresariales y a las personas que los requieran en ser más competitivos para el desarrollo de sus funciones.

Estas nacientes y cada vez más frecuentes necesidades exigirán que en el futuro se tenga que diversificar la cualificación de las competencias a nivel contable, que se forme nuevos profesionales con formas novedosas de afrontar los retos.

Así, por ejemplo, se tendrá que preparar por separado al contador público del auditor, para fortalecer sus habilidades y capacidades de salvaguardar los recursos de las organizaciones. Al revisor fiscal, para que sea ese ejecutivo de staff con las habilidades y competencias de ser preventivo utilizando las herramientas que le permitan dar esa fe pública que se le otorgó en la Ley 58 de 1931 y en la Ley 73 de 1935, manteniendo una verdadera independencia mental de la organización que lo requiera. Para esto, habría que crear un organismo de orden no político que mantenga esa independencia y cumpla con los preceptos de la ley, debido a que será una figura que se encuentra por encima de cualquier gerente o presidente de las organizaciones.

En este día tan especial para los contadores públicos, en el cual se le rinde homenaje por su trabajo, hay que recalcar que este debe tener una capacidad más analítica porque su compromiso es el de enfrentar un mercado globalizado con base en lo contemplado en la Ley 1314 de 2009, donde las exigencias de competitividad deben desarrollarse con más ímpetu, en el análisis, en los idiomas, en las normas y otros conocimientos integrales que llevan a la connotación de un interés público y de esa confianza de sus actos para mejorar aspectos de acatamiento, por parte del público privado y del Estado como el “…lugar de auto mediación de la sociedad civil con un estado…”[1].

En este sentido, la IFAC ha expresado que “la profesión contable se enfrentará a cambios significativos en las próximas tres décadas, y las organizaciones profesionales, sus miembros y las instituciones educativas deben responder a estos. Los tres cambios –evolución de la tecnología inteligente y digital, la globalización continua de estándares de reporte/divulgación, así como nuevas formas de regulación– son también grandes desafíos para la profesión. La investigación Conductores de cambio y futuras habilidades, de la Asociación de Contadores Públicos Colegiados –ACCA– ha explorado estos importantes cambios, que se espera encontrar en el año 2025[2] (traducción libre).

Este es el gran desafío de las universidades que deben entrar en sintonía con la realidad del mercado, donde las empresas deben trabajar de la mano con esta realidad y las organizaciones empresariales deben cuidar el talento que tienen en su recurso humano, esforzándose en formarlos para que sigan siendo garantes de esa confianza hacia la sociedad, la cual lo demanda una responsabilidad social integral y “…el campo de tensión entre la modernidad y los problemas de la modernización…”[3]

Con la celebración del Día del Contador Público, propongo convocar al Gobierno Nacional, a la Contaduría General de la Nación –CGN–, a la Junta Central de Contadores, al Consejo Técnico de la Contaduría Pública, a los diferentes gremios de la Contaduría Pública, a la Asociación de Facultades de Contaduría Pública –ASFACOP–, la Fundación para la Investigación de las Ciencias Contables –FIDESC–, al Colegio Colombiano de la Contaduría Pública –COMPUCOL–, a las universidades privadas y públicas, y a otros que estén interesados a debatir un proyecto de Ley en pro de la preparación e independencia real de los auditores y revisores fiscales con base a un mercado global que exige cada vez más autonomía en el desempeño de las funciones de cada uno de ellos y no un contador público graduado de la universidad y que inicie a desempeñarse como auditor sin tener la suficiente preparación y experiencia para el desarrollo de esta función, bien sea desde lo interno o lo externo.

Igual consideración se debe tener sobre el revisor fiscal, quien atesta o da fe pública sobre todos los actos que realiza la administración de las organizaciones, desde la asamblea general o la junta de socios, hasta las funciones más pequeñas de las mismas; además, cada día recibe más responsabilidades por parte del Estado, lo impositivo, por parte de los diferentes entes de control y otros que generan políticas, normas y procedimientos sobre los cuales debe ejercer un control integral.

Asimismo, la misma IFAC señala la importancia del mejoramiento de la profesión: “Además, debido a mayores presiones públicas y expectativas de los grupos de interés, las consideraciones sociales y medioambientales están adquiriendo importancia junto con las preocupaciones económicas en las organizaciones contemporáneas. Vemos una gama de grupos interesados [i], incluyendo accionistas, trabajadores, gobiernos o reguladores, organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación y la comunidad tienen un interés creciente por los problemas sociales y ambientales de la organización. Debido a la preocupación generalizada de los grupos de interés y reglamentos asociados hacia las consideraciones sociales y medioambientales, las organizaciones contemporáneas se enfrentan a desafíos para encontrar soluciones sostenibles para hacer frente a la complejidad de la integración del desempeño económico, social y ambiental. Muy ligado a esto, las nuevas formas de regulación (como los informes integrados –IR, por sus siglas en inglés–, que es requerido para las empresas que cotizan en Sudáfrica, y las revelaciones de transparencia de la cadena de suministro, que son necesarios para muchas empresas con sede en California) están emergiendo y los miembros de las organizaciones contables ya se encuentran participando en esta transformación (véase el informe Journal of Business Ethics Estudio y la investigación de la ACCA, anteriormente mencionada)»[4]. (Traducción libre).

En conclusión, ya es hora de modernizar la Contaduría Pública en Colombia, no solo con la capacitación en los Estándares Internacionales de la Contabilidad y del Aseguramiento de la Información, sino en un verdadero ejecutivo de staff que se es.

CP Mg. Álvaro Fonseca Vivas

 

[1] Navarrete Borrero, Olga Inés, M.P. Consejo de Estado, sala del contencioso Administrativo. Sentencia 7299 de mayo 30 de 2002

[2] https://www.ifac.org/global-knowledge-gateway/business-reporting/discussion/future-accounting-profession-three-major

[3] Ibídem

[4] https://www.ifac.org/global-knowledge-gateway/business-reporting/discussion/future-accounting-profession-three-major

Álvaro Fonseca Vivas
Contador Público con Doctorado en Investigación y Docencia. Director del programa de contaduría pública en la Fundación Universitaria Agraria de Colombia. Miembro de la junta directiva de FIDESC (Fundación para la Investigación de la Ciencias Contables), Miembro del CONPUCOL (Colegio de Contadores de Colombia Seccional Bogotá), asociado al INCP (Instituto Nacional de Contadores Públicos) y de la ALIFC (Asociación Latinoamericana de Investigadores del Fraude y Crímenes Financieros).
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