Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para Andrea Barrera, áreas contables de pymes deben realizar un proceso de reaprendizaje y transformación.
Para Carlos Rodríguez, el Estándar para Pymes mejora el modelo de operación por procesos de las entidades.
Carolina González dice que es más beneficioso para contadores conocer el Estándar Pleno.
Andrea Barrera es gerente sénior de Audit & Assurance de BDO en Colombia. Explica que los contadores de las pymes (tipo al que pertenece la mayor parte de las compañías en Colombia), además de la obligación del reporte y de los ajustes iniciales realizados en el período de implementación y transición, todavía no contemplan las Normas Internacionales de Información Financiera –NIIF– como una herramienta de control y toma de decisiones para los usuarios de dicha información, tal como se establece en el marco conceptual de dichos estándares.
«Es por esto que el área contable de estas compañías debe realizar un proceso de re-aprendizaje y transformación, debido a que la integración del mundo está cambiando y a su vez la forma como las organizaciones operan y se relacionan entre sí», indica.
Es por esto que las pequeñas y medianas empresas, desde el punto de vista de Barrera, deben dejar a un lado el enfoque de aplicar las NIIF solo para cumplir con los requerimientos de información financiera impuestos por el Estado y sus entes de control, y llevar dicha información a un nivel superior para la toma de decisiones con oportunidad y relevancia de la información.
Desde la práctica, muchas compañías que inicialmente aplicaron el Estándar para Pymes hoy se están acogiendo al cambio para la aplicación del Estándar Pleno, ya que en 2019 cumplieron con los atributos establecidos en el DUR 2420 del 2015. Así, al aplicar la NIIF 1 – Adopción por primera vez, estas compañías aparte de cumplir con los requisitos establecidos están reformulándose en sus organizaciones para adaptarse a las necesidades de su entorno económico.
Carlos Arturo Rodríguez, consultor en Normas Internacionales de Información Financiera y socio de la firma IFAS SAS, enumera en Actualícese un listado de las bondades que ofrecen los Estándares Internacionales para las empresas.
Para él, se destaca que mejoran la razonabilidad de los Estados Financieros, separan los impuestos de la contabilidad financiera, facilitan el acceso a los mercados internacionales, mejoran el modelo de operación por procesos de las entidades y ponen en condiciones de competencia a los profesionales contables respecto de los profesionales de otros países.
Carolina González, contadora pública y socia de la consultora PwC, resalta en Actualícese que el Estándar para Pymes, aunque es más simplificado, se deriva mucho del Estándar Pleno. Las diferencias son puntuales en algunas normas y en el nivel de revelación requerido por las plenas, que es mucho mayor.
«Desde el punto de vista profesional es mucho más beneficioso que un contador conozca el Estándar Pleno, ya que con este conocimiento adquirido se le facilita entender el Estándar de Pymes; solo le resta identificar las diferencias entre uno y otro estándar, y así se podrá defender en los dos marcos normativos», afirma.
Así mismo, a finales del año 2019 se emitió el Decreto 2270, introduciendo enmiendas a las normas aplicadas para el Estándar Pleno, sin dejar el tiempo suficiente de revisión e interiorización de los nuevos lineamientos que traen las enmiendas de los Estándares Internacionales para las organizaciones.
«En ese sentido, tenemos un camino muy largo por recorrer, necesitamos más conocimiento de los estándares, mejor aplicación de ellos, control sobre la información emitida y sobre todo estar en constante actualización», recomienda Barrera.
Rodríguez destaca el esfuerzo que han hecho las superintendencias en todo este proceso para hacerlo menos complejo.
“Vale la pena resaltar el esfuerzo de superintendencias como la Supersociedades y la Superintendencia de la Economía Solidaria, en el sentido de cumplir su función de vigilar la adopción y cumplimiento de las entidades de sus sectores, además de los procesos de sensibilización y capacitación que han adelantado”, dice.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
