Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Reactivación y recuperación económica


La reactivación del sector empresarial es el primer paso hacia la recuperación económica del país. Una adecuada apertura de sectores económicos implica atender las medidas establecidas por el Ministerio de Salud y agremiaciones médicas; seguir cumpliendo los protocolos de bioseguridad. Mayor impulso a la vacunación masiva en ciudades y municipios, la compra y aplicación de vacunas por parte de sector privado contribuirán a minimizar los riesgos de contagio, mientras se alcanza la inmunidad del rebaño.

Sin bloqueos en las principales vías nacionales el flujo de mercancías y alimentos debe llevarse a cabo sin mayores contratiempos. Los puertos darán entrada y salida a miles de productos represados, empresas productoras podrán contar con materia prima de forma oportuna, menores costos por fletes y acarreos, normalización de operaciones e intercambio de bienes y servicios entre organizaciones empresariales del sector real de la economía.

Un importante número de organizaciones empresariales se ha mantenido aguantando la crisis y operando desde distintas modalidades, a pesar de los resultados negativos (disminución en los ingresos y en las ganancias) obtenidos durante el año 2020, así lo demuestra el informe de 1.000 empresas de la Superintendencia de Sociedades. El tejido empresarial ha mostrado fortalezas para encarar las amenazas que lo puedan afectar.

El apoyo estatal debe seguir llegando a la micro, pequeña y mediana empresa para evitar sus cierres, preservar el empleo y aportar al desarrollo económico. Los empresarios tienen que proyectarse al futuro. La reinvención se impone por la coyuntura, sus decisiones tienen que ir más allá: redefinir sus modelos de negocios, explorar nuevas opciones de inversión, innovación permanente en la producción de bienes y en la prestación de servicios, inversión en tecnología de punta, protección, cuidado y acciones encaminadas a la sostenibilidad ambiental deben estar presente en sus planes.

Sin desconocer las consecuencias del tercer pico de la pandemia y de la protesta social que conllevaron a cierres y restricciones durante el mes de mayo, los pronósticos de crecimiento en Colombia son optimistas; Fedesarrollo elevó su proyección de 4,8 % a 7,2 % para este 2021, atendiendo a los buenos resultados obtenidos durante el primer trimestre y a la reapertura de más sectores económicos.

Retomar la senda de crecimiento de años anteriores, reducir los indicadores de pobreza y desempleo, actualizar y modernizar del sistema tributario, disminuir el déficit fiscal y no bajar la guardia con las medidas sanitarias son tareas prioritarias. Las reformas estructurales a la economía colombiana no dan espera.

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Roberto Carlos Torres Aguas
Contador público, especialista en Finanzas, diplomado en Formación para la Educación Superior y en Normas Internacionales Contables e Información Financiera –NIIF–.

 


 

Roberto Carlos Torres Aguas
Contador público, especialista en Finanzas, diplomado en Formación para la Educación Superior y en Normas Internacionales Contables e Información Financiera –NIIF–. Posee conocimientos en sistemas informáticos. Es responsable y profesional en cada una de sus actuaciones cumpliendo a cabalidad las normas legales vigentes y atendiendo los requerimientos emitidos por los organismos rectores. Se ha desempeñado en la empresa privada y en la estatal realizando actividades en las áreas contable, financiera, de auditoría y de revisoría fiscal. Dedicado a la investigación de temas contables, específicamente los relacionados con la implementación de NIIF en el entorno empresarial colombiano.
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